Sabemos que el fracaso de las dietas es su falta de adherencia, compromiso y cumplimento, al igual que nos pasa con otras muchas cosas de la vida. Pero ¿cuándo dejamos las cosas que no nos gustan? La respuesta puede que salga sola: cuando no cansamos de ellas, cuando ya no nos gustan. En España, un 25% de la población hace al menos una dieta al año, pero ¿se cumplen todas ellas? “El 95% de las personas con obesidad o con sobrepeso importante que hacen dietas, fracasan”.
Así y como aseguran los expertos en nutrición, el objetivo de las dietas además de bajar de peso es -sobre todo- mantenerlo en el tiempo. Las dietas que hacemos no nos gustan y por ello cuando estemos dispuestos a hacer una, lo más importante es plantearla acorde a nosotros mismos y a nuestro estilo de vida. Es decir, que las dietas sean personalizadas: la dieta que le sirve a tu amigo/a, puede que a ti no te valga.
“Para organizar o planificar una dieta lo principal es tener en cuenta las características de la persona: si tiene o no patologías o problemas de salud, sus gustos alimentarios, sus hábitos y sus horarios”, afirma a EL ESPAÑOL Marta Barrena, nutricionista del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Centro Médico Quirónsalud Tres Cantos. Por ejemplo, “si pones dietas muy complicadas o elaboradas a personas que se pasan el día fuera de casa por trabajo y apenas tienen tiempo de cocinar, al final lo más seguro es que termine dejando la dieta”, señala la experta. Porque se desanimará al darse cuenta que no es capaz de seguir esa dieta y acabará tirando la toalla.
Igualmente es importante tener en cuenta los gustos alimentarios de cada persona e ir adaptando la dieta a ellos. Es decir, siempre con alimentos sanos y de buena calidad de nutricional, pero que la persona pueda cumplir con los planes. “De nada vale poner tres días brócoli para comer si al paciente no le gusta. Al final, pasará lo de siempre: que terminará abandonando la dieta”, insiste Barrera.
Cambiar hábitos para siempre…
Es importante además, desterrar ese mito de que en las dietas se pasa hambre. “En una dieta no tienes que pasar hambre. Lo más importante de las dietas es ir poco a poco cambiando los hábitos de alimentación, porque la única forma de que la pérdida de peso se mantenga en el tiempo es así: cambiando hábitos”, afirma Barrena. Y siempre hábitos y cambios adaptado a la persona. Por ejemplo, si alguien come muchos alimentos precocinados o si toma mucha azúcar, se intentará cambiar esos hábitos, educar poco a poco para que su paladar se acostumbre otro tipo de alimentos más sanos.
Se trata además de que al comienzo de la dieta, se empiece a trabajar en cambiar esos hábitos. Según explica Barrena, “una persona persona que venga a consulta para iniciar una dieta, puede pensar que tiene buena alimentación, sin embargo siempre hay cosas que fallan: bien el tamaño de las raciones, no tomar la suficiente cantidad de frutas o verduras, no hidratarnos lo suficiente, etc”. Otros errores que nos impiden adelgazar son: escoger alimentos lights, no dormir bien, saltarse comidas, obsesionarnos con el peso o no hacer ejercicio físico.
De modo que al igual que aseguraba a EL ESPAÑOL Sonia Ruiz, dietista-nutricionista, del Centro Médico Teknon y de la Clínica Mi Tres Torres, a la hora de comenzar una dieta, lo importante es pensar que “no empezaremos una dieta sino un estilo de vida más saludable tanto nutricionalmente como de práctica deportiva”.
… y hacerlos poco a poco
Es importante saber que “todos los cambios que hagamos desde el comienzo de la dieta hará que perdamos peso, pero además y más importante, nos ayudará a mantenerlo, que es realmente lo que queremos. Lo que queremos es que los pacientes ganen en salud”, indica Barrena, sosteniendo todo lo explicado con un sencillo ejemplo: “¿De qué vale si una persona a la que se le ha aplicado una operación de estómago sigue teniendo los mismos hábitos de alimentación que tenía antes? Si no le educan para que mejore su alimentación, para que cambie esos hábitos, la tendencia al final, será de nuevo la misma y el peso perdido no se podrá mantener en el tiempo”.
Pero es importante que los cambios se hagan poco a poco, y no de forma brusca porque si no igualmente, la persona se cansará, y abandonará la dieta. “Un cambio brusco de hábitos no se mantienen en el tiempo, al igual que cuando se pierde peso de forma muy brusca, tampoco se suele mantener en el tiempo”, finaliza Barrena.