Que si la dieta de la alcachofa, las que se basan en batidos sustitutivos, las disociadas, la dieta de la piña, la del grupo sanguíneo… hay una amplia variedad de dietas en España que prometen rápidas pérdidas de peso, pero que tienen más efectos negativos que positivos para la salud. La recomendación de los expertos en salud y nutrición es muy clara: evitar por todos los medios las dietas milagro.
Y es que, aunque perder peso de forma saludable puede llevar más tiempo, sus resultados perdurarán en el tiempo, ya que, básicamente, consisten en incorporar buenos hábitos alimenticios adaptados a las necesidades y estilo de vida de cada uno. Además, no solo ayudarán a perder peso, sino que harán que las personas se sientan y se vean mejor, y que mejoren su salud.
Así, según explica la dietista-nutricionista Paloma Quintana en su libro, Cocina, come y pierde grasa, la pérdida de peso solo será un éxito si en su mayoría se debe a una reducción de la grasa corporal. En el libro, esta experta esboza recetas saludables, con todos los nutrientes, que ayudarán a generar ese déficit calórico necesario para adelgazar, pero siempre desde la salud.
A lo largo del texto, Quintana también identifica algunos errores comunes, en base a su experiencia con pacientes, que pueden entorpecer la pérdida de peso lineal y provocar, en consecuencia, un estancamiento. A continuación, algunos de estos errores habituales que hay que evitar:
1. Una vida estresante. Estas nutricionista hace hincapié en que para perder peso con salud hay que tener en cuenta, más allá de la alimentación, la salud emocional, el descanso y la actividad física. Por eso en su libro destaca la importancia de reducir el estrés crónico. Según explica en consulta ve a diario a personas con un estilo de vida estresante, sin relaciones enriquecedoras con los demás o actividades de ocio placenteras que están detrás de muchos problemas de sobrepeso y obesidad.
“Mi recomendación es que priorices tu objetivo y disfrutes de tu protocolo de dieta y entrenamiento, no lo tomes como una carga y, por otro lado, relativiza el resto de problemas. Suena fácil y sé que no lo es, pero piensa en ello. Date importancia, simplifica tu vida”, punta en el texto.
2. No tener un descanso de calidad. En esta línea, la experta en alimentación saludable destaca la importancia de un sueño reparador, “algo muy relacionado con la regulación hormonal, entre todos los procesos metabólicos vitales”. Pero dormir bien es un problema para cada vez más personas. En esto tiene mucho que ver la omnipresencia de los aparatos electrónicos en cada faceta de nuestra vida.
Por eso Quinata recomienda dejar de usar el móvil, la tableta o el televisor a una hora, por ejemplo, las 22.00. Después, se puede leer, hacer respiraciones relajantes, tratar de irse antes a la cama… o sea, de ir crendo un protocolo de sueño que prepare al cuerpo para dormir y descansar con calidad.
3. Proteínas y verduras en cada comida. La nutricionistas apunta que hay que añadir una cantidad adecuada de proteínas en las comidas, ya que está demostrado que ayudan a regular el peso y, más concretamente, a reducir el porcentaje de grasa. Los alimentos ricos en este macronutriente, como huevos, legumbres, carnes, pescados o lácteos, ayudan a estar más saciados, aportan nutrientes esenciales y ayudan a no dañar la masa muscular durante el proceso de pérdida de grasa, uno de los graves errores que afectan a la salud y que hay que evitar a toda costa al perder peso.
Además, en cada plato siempre debe haber algo verde, rojo (tomate o pimiento) o naranja (zanahoria o calabaza). “Cambia en tus platos los cereales por hortalizas y verduras. Esto te ayudará a perder grasa y a aumentar el valor nutricional del plato”, explica. Las verduras son los alimentos con mayor densidad nutritiva (aportan muchos nutrientes y muy pocas calorías).
4. No generar un déficit calórico óptimo. Aunque no hay que obsesionarse contando calorías y, como sabemos, la alimentación no lo es todo a la hora de perder grasa, también es cierto que para avanzar en el proceso es esencial contar con una dieta hipocalórica bien planificada, ya que es la base para crear un déficit calórico, es decir, gastar más energía de la que se consume, que inicie la pérdida de grasa corporal.
Para generar ese déficit calórico con salud, hay que tener cuidado de que las comidas no sean pobres en nutrientes. Así, Quintana despliega una serie de recetas en su libro que cumplen con estos requisitos, con proteínas, cantidad moderada de grasas de calidad, ricas en vegetales e indicaciones sobre las cantidades de hidratos. Además sus platos son fáciles de hacer.