El pulpo es uno de esos manjares que nos brinda el mar y además es la estrella protagonista de una de las recetas más exquisitas de la gastronomía de España. Sí, no hay lugar a dudas, nos referimos al tradicional plato gallego polbo á feira, o pulpo a la gallega en castellano, una irresistible elaboración que además de riquísima es saludable, fácil de preparar y no enorda. De ahí que se haya extendido a todos los rincones de la geografía española.
Para preparar pulpo a la gallega hacen falta tres ingredientes principalmente: un buen pulpo, pimentón y aceite de oliva. La forma más genuina de elaboración consiste en cocer el molusco en unas ollas de cobre llamadas polbeiras en gallego. Después, una vez "asustado" y cocido el pulpo, se trocea con tijeras, se le echa un poco de sal gorda, pimentón, un chorro de aceite de oliva y se sirve sobre un plato de madera acompañado de patata cocida.
En los últimos días, Mercadona ha lanzado un pulpo cocido, envasado al vacío y listo para consumir, según informa un perfil no oficial de Instagram que hace seguimiento de los nuevos productos del supermercado, con el que será muy sencillo elaborar esta rica receta gallega. Se vende en bandejas de unos 850 gramos y el kilo sale a 23’50 euros. También se puede preparar otras recetas sanas y rápidas con pulpo: un salpicón, en ensalada e incluso con unos ñoquis.
Dicho esto, ¿qué aporta este producto desde el punto de vista nutricional? Según apuntan desde la Fundación Española de Nutrición, el pulpo es una buena fuente de proteínas (10, 6 gramos por cada 100 gramos de productos) y contiene un bajo contenido en grasas, de ahí que se trate de un plato con escaso aporte calórico (51 kilocalorías por cada 100 gramos), cuyo aporte de colesterol también es bajo. La mayor parte de la composición del pulpo, cerca de un 88,5%, es agua.
demás, como explicó ese diario en este texto, hay que añadir una cantidad adecuada de proteínas a cada comida si se quiere perder peso con salud, ya que está demostrado que ayudan a regular el peso y, más concretamente, a reducir el porcentaje de grasa, que es la única forma de adelgazar con éxito. Además, los alimentos ricos en este macronutriente ayudan a no dañar la masa muscular durante el proceso de pérdida de grasa, uno de los errores más graves durante el adelgazamiento.
Además, el pulpo aporta una dosis interesante de minerales y vitaminas. Por ejemplo, una ración de 200 gramos cubre el 100% de la ingesta recomendada al día de selenio para hombres y mujeres adultos con una actividad física moderada. Este mineral contribuye a que el sistema inmunológico funcione correctamente y también ayuda a que la función tiroidea se desarrolle de forma normal, según explican desde la Clínica Baviera.
Su consumo también supone un aporte de yodo, fósforo, calcio y sodio, que equivalen al 80%, 38%, 22% y 28%, respectivamente, de las ingesta diarias recomendadas para cada uno de ellos. El consumo de yodo es importante para mantener un correcto funcionamiento de la glándula tiroidea. El fósforo se asocia a la buena salud de los huesos y los dientes. Y el calcio, además de importante para el desarrollo óseo, actúa en la contracción y en la relajación de los músculos, en la coagulación de la sangre y en la secreción de hormonas.
En cuanto a las vitaminas, los aporte más significativos son los de vitamina B12, cuya presencia en el organismo es esencial para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso, para la formación de la sangre y de varias proteínas. El pulpo también contiene cantidades considerables de niacina y vitamina B6. También aporta, aunque en menor cantidad, tiamina, vitamina A y E. Por lo que incorporar el pulpo a nuestra dieta es una buena noticia para nuestro organismo.
Por último, hay que decir que para llevar una dieta sana y equilibrada, que ayude a proteger la salud y a no ganar peso, hay que elegir alimentos de calidad, nutritivos, frescos y que, en conjunto, aporten todos los nutrientes que necesita el organismo para funcionar correctamente, tanto los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), micronutrientes (vitaminas, minerales y antioxidantes) y fibra.
Para conseguirlo, desde la Universidad de Harvard recomiendan seguir el Plato para Comer Saludable, una guia alimentaria elaborada por la prestigiosa institución que propone que el 50% de nuestro plato esté formado por verduras y frutas (cuantas más mejor, pero la patata no cuenta), el 25% por proteínas de calidad (pescado, huevo, legumbres, carne) y el 25% restante de cereales integrales. Para beber siempre lo mejor es optar por el agua. En cuanto a las grasas siempre elegir las saludables, como las que aporta el aceite de oliva.