Éstas son las 6 comidas que han tomado más los nutricionistas españoles este último año
La alimentación de los especialistas durante la pandemia presenta diferencias significativas con respecto al resto de la población.
8 mayo, 2021 00:30Noticias relacionadas
El confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19 ha cambiado los hábitos de los españoles. Comer con más frecuencia en casa ha traído mejoras en la alimentación, fruto de un aumento del tiempo dedicado a la cocina y a la incorporación de ingredientes tradicionales saludables, como legumbres y cereales de grano entero. No todo ha sido positivo, sin embargo: también se ha detectado un incremento de peso generalizado, acompañado de malos hábitos como el aumento del consumo de alcohol en casa y de aperitivos procesados, ricos en sal y grasas saturadas.
Un grupo de investigadores españoles ha querido poner el foco en los profesionales y estudiantes de las ciencias de la Nutrición. El trabajo, publicado en la revista Nutrients, ha sido elaborado a partir de las respuestas de más 300 miembros de federaciones y asociaciones españolas de Dietistas-Nutricionistas y Tecnólogos de la Alimentación, así como de miembros de foros estudiantiles.
La primera conclusión es que, en casa del herrero, el cuchillo es -a veces- de palo: incluso los especialistas han caído en el boom de la repostería y panadería casera, así como en el 'picoteo' de alimentos 'fruitivos', como serían los aperitivos salados. Por el contrario, el alcohol en casa ha sido una línea infranqueable para el colectivo: su consumo se ha reducido mientras aumentaba para el resto de la sociedad. En general, los especialistas de nutrición han seguido las mismas pautas que el resto de los españoles pero con una serie de diferencias significativas.
Así, su consumo de frutas, verduras, huevos, yogures y otros probióticos como el kéfir, legumbres y pescado ha aumentado en un 25% en el último año, una tendencia que supera a la observada en otros países y que los autores atribuyen a la superior disponibilidad de productos de la huerta de proximidad y temporada en nuestro país. Por otro lado, el consumo de repostería casera aumentó un 50% también para los especialistas, y el de chocolate y otros aperitivos, un 28%. Hay que subrayar que, por ocasional que deba ser este tipo de caprichos, los dulces preparados en casa pueden reducir su contenido en azúcar y aumentar su perfil nutricional.
Más de la mitad de los encuestados reportó haber reducido su consumo de bebidas estimulantes como el café o el té. Sin embargo, la principal reducción estuvo en las bebidas de alta gradación alcohólica, un 42%, y las bebidas alcohólicas fermentadas, un 35%. El descenso más acusado se dio entre los estudiantes, lo que los autores relacionan con hábitos sociales como el tomar copas al salir de fiesta, algo que ha quedado interrumpido primero por el confinamiento y después por las restricciones al ocio nocturno.
Otra diferencia importante es que los especialistas han pasado más tiempo en la cocina durante los encierros: el 94% declara haber dejado de pedir comida a domicilio, mientras que en países como Holanda esta costumbre ha aumentado un 30%. El 57% ha cocinado más, y el 67% afirma haber aprovechado para probar nuevas recetas más elaboradas. Por otra parte, se aprecia un retraso en general en los horarios y las comidas. Cerca de la mitad de los encuestados ha renunciado al tentempié de media mañana, cambiandola por una última comida antes de dormir.
"Concluimos que esta población específica ha adoptado habitos dietéticos más saludables durante el confinamiento; esto es, un mayor consumo de frutas, verduras, legumbres, huevos, pescado y yogur, junto con un descenso en el consumo de bebidas alcohólicas", concluyen los autores. "Sin embargo, este colectivo también reportó un aumento en el consumo de 'comidad fruitivas (aperitivos salados, chocolate y repostería casera) en consonancia con lo observado con el resto de la población a nivel mundial".
En lo que se refiere a los comportamientos relativos a la comida, señalan, se puede destacar el aumento en la cocina casera y la adquisición de productos locales para los miembros de este colectivo. Un tercio de los encuestados declaró haber aumentado de peso durante el último año, una proporción inferior a la de la población general, y los problemas de sedentarismo e insomnio relacionados con el confinamiento aparecieron con la misma frecuencia que para el resto de los españoles.