El cerebro es el órgano que nos permite sentir y ser consciente de que estamos vivos. Por eso, el modo en el que lo cuidemos determinará nuestra calidad de vida. Este órgano vital necesita de una alimentación y de unos hábitos de vida saludables, por lo que no todos los alimentos son igual de beneficiosos para nuestra salud cerebral.
De hecho, existen lo que se conoce como alimentos 'cerebroactivos', aquellos que ayudan al buen funcionamiento de nuestro cerebro y, en consecuencia, de nuestro cuerpo, que deben ser consumidos con bastante frecuencia. "Es importante que el cerebro esté sano para toda la salud corporal. La biología de cualquier ser vivo es armónica. Con el cerebro pasa lo mismo, si tienes un cuerpo bien alimentado tienes un cerebro bien alimentado", subraya el chef y neurólogo Miguel Sánchez Romera, autor del libro Alimenta bien tu cerebro (Libros Cúpula).
A su juicio, nunca deberíamos olvidar que nuestro cerebro es quien estructura y le da sentido a nuestra vida. Sin él dice que no podríamos ser conscientes de qué es la vida y para qué estamos en la naturaleza. "Sólo esa razón nos obliga a que cuidemos nuestro cerebro con una alimentación adecuada", sostiene.
Cómo alimentar nuestro cerebro
Por ello, insiste Sánchez, la alimentación del cerebro es tan importante como la de cualquier otra célula del organismo. "Cualquier alimento que mejore la vida de tu corazón y la circulación beneficiará a tu cerebro", destaca, al mismo tiempo que precisa que existen dos formas de alimentar al cerebro: a través de los alimentos 'cerebroactivos', y con hábitos de vida saludables.
Entre otros consejos, el neurólogo destaca que hay que empezar a alimentarse bien partiendo de la base de que todo tipo de alimento que se consuma debe ser de la mejor calidad posible. "Si comemos una verdura, una fruta o una legumbre, su calidad depende de la tierra donde fue cultivada y de la manera en la que se alimentó y se la hizo crecer", subraya.
Igualmente, Sánchez Romera precisa que el cerebro se sirve también de los minerales esenciales, que intervienen en la actividad neuronal, como el sodio, el potasio o el magnesio; además de las vitaminas del grupo B, o de ácidos grasos insaturados, como el linoleico y el linolénico, que no produce el cuerpo y que debemos ingerir con alimentos como los aceites de semillas.
"Estos ácidos grasos del tipo linoleico pueden transformarse en los tan conocidos y beneficiosos omega 3, característicos de los pescados azules y que sirven para evitar el envejecimiento cerebral y otras enfermedades relacionadas con la circulación cerebral", añade.
Qué son los alimentos 'cerebroactivos'
Así, aparte de llevar una vida saludable a la hora de cuidar nuestro cerebro, el experto recomienda la ingesta frecuente de los alimentos que él llama 'cerebroactivos', aquellos que cuentan con 'sustancias cerebroactivas', presentes en dosis muy pequeñas dentro de algunos alimentos, y cuyo efecto y beneficios sobre el cerebro no se comprueba de forma inmediata, sino que depende del número de veces que las consumimos y de su cantidad.
"O bien los nutrientes de ese alimento participan en una determinada función o actividad cerebral, o bien se trata de nutrientes que, participando en el funcionamiento de otros órganos del cuerpo, colaboran en el buen funcionamiento del cerebro", concluye el chef. Con todo ello, el experto enumera en primer lugar cuáles son los 5 alimentos que no son beneficiosos para la salud de nuestro cerebro: el exceso de grasas que podemos encontrar en hamburguesas y demás alimentos relacionados con la comida rápida, el exceso de azúcares como el que aporta la bollería, el abuso de sal que incluyen algunos frutos secos o galletas saladas, entre otros; consumir todos los alimentos que no son frescos y han sido ultraprocesados, ciertos productos químicos que se usan para mejorar el aspecto, color, sabor y las texturas de los alimentos.
Por otro lado, detalla cuáles son los alimentos 'cerebroactivos' que deberían consumirse con frecuencia por ayudar a mantener sano el cerebro: verduras y hortalizas (deberían representar el 75% de nuestra ingesta total diaria de alimentos), los cereales, legumbres, frutos secos, aceite de oliva.