El salmón ahumado es uno de los pescados favoritos en España, sobre todo en Navidad. Pero también, lo elegimos para un consumo más mundano o particular. Es decir, si nos gusta este tipo de salmón seguramente tengamos en la nevera algún envase guardado "por si acaso" para nuestras cenas rápidas. Sin embargo, ¿es el salmón ahumado tan saludable como pensamos?
Todo el pescado fresco, incluido por supuesto el salmón fresco, es un alimento muy beneficioso para nuestra dieta, que debe estar presente hasta cuatro veces por semana. Es decir, las recomendaciones nutricionales indican tomar cuatro raciones semanales de pescado, alternando entre pescados blancos y azules.
El salmón fresco sería o estaría englobado dentro de los llamados pescados azules, y por ello, es uno de los pescados más beneficiosos para nuestra salud, y en concreto para nuestra salud cardiovascular. Fundamentalmente, por su alto contenido en omega 3, tal como explicamos en este artículo.
Cuidado con el ahumado
"El salmón independientemente de su tratamiento es beneficioso para la salud. Sin embargo, la manera óptima de tomarlo es fresco y cocinado de forma saludable", afirma Belén Fontán Calvo, nutricionista del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo (Madrid). Sin embargo, "el problema viene con el ahumando, por la técnica en sí", añade la experta.
Tal y como se expone en este artículo del grupo Quironsalud, "el ahumado es una de las técnicas de conservación alimentaria más antigua, descubierta por el hombre cuando se vuelve sedentario y domina el fuego. Tradicionalmente, se ahumaban carnes y pescados, pero actualmente se ha ampliado esta técnica a otros alimentos para integrar el sabor y la textura que se consigue".
Según la Agencia Española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición -añade el texto- "consumir estos alimentos de forma ocasional o esporádica es seguro. Sin embargo, si tienes patología cardiovascular, ten precaución con este tipo de alimentos, pues los alimentos ahumados suelen pasar también por un proceso en el que se les añade una gran cantidad de sal para lograr la curación y conservación, especialmente en el caso de pescados o carne ahumada".
Además del gran contenido en sal que tienen los pescados ahumados, "con esta técnica se generan compuestos que están demostrando una relación con el aumento del riesgo de cáncer, sobre todo con el de colon (son estudios aún muy recientes)", explica Fontán, aludiendo a diferentes estudios como los expuestos en The New York Times.
"Al utilizar ese humo de esa combustión se producen unas sustancias que se llaman aminas, que son las realmente dañinas para la salud. Sin embargo, ¿pasa algo porque yo lo tome de vez en cuando, de forma ocasional? Obviamente, si se consume de forma ocasional, no pasaría nada", aclara la especialista.
Cómo consumir salmón
Por todos estos motivos, es importante consumir este producto de forma ocasional o al menos, no de forma regular. Según apunta Fontán, “todos los beneficios que tiene el salmón fresco, muchas veces lo tiramos por la borda al tomarlo ahumado, por eso es importante tomarlo preferentemente, siempre fresco y cocinado de forma saludable, por ejemplo, cocido, al vapor, a la plancha, etc.
De este modo y según explica por su parte la Fundación Española del Corazón (FEC) en este texto, el pescado fresco, en especial el pescado azul fresco, es un elemento esencial en nuestra dieta mediterránea y "se sabe que la dieta mediterránea influye en gran parte en la menor mortalidad por enfermedad cardiovascular en España respecto a otros países, y uno de los pilares de esta dieta es el pescado". De hecho, los cardiólogos recomiendan un consumo de al menos, dos raciones de pescado azul a la semana.
Tal como añade el informe de la FEC, las cualidades que convierten al pescado fresco es un aliado para nuestro corazón son las siguientes: contienen mucha cantidad de agua, no tiene ni féculas, ni azúcares ni hidratos de carbono, contiene alrededor de un 20% de proteínas de buena calidad, muy pocas grasas saturadas y sobre todo, ácidos grasos omega-3, los mayores aliados del corazón”.
Son precisamente, los ácidos grasos omega-3, la gran joya de la corona, ya que juegan un papel fundamental en el organismo, ayudando sobre todo a regular nuestros niveles de colesterol, uno de los principales factores de riesgo de la salud cardiovascular.
De este modo, lo ideal sería consumir siempre el pescado fresco, en este caso, el salmón fresco. "El salmón ahumado no sería saludable si lo consumimos de forma regular, pues no es un alimento recomendable dentro de una dieta sana. Lo mejor es consumirlo de forma ocasional, aproximadamente, más o menos cada 2-3 semanas", concluye Fontán.