Las cirugías bariátricas, más conocidas como cirugías adelgazantes o cirugías para bajar de peso, son cada vez más conocidas y usadas en los países occidentales que sufren, como es el caso de España, altas tasas de obesidad.
Como preparación a este tipo de cirugías se indica una dieta muy restrictiva, con el objetivo de facilitar la intervención. Sin embargo no importa solo el antes, sino también el después: el tipo de dieta que se lleva a cabo tras la intervención puede marcar la diferencia no solo para mantener el peso perdido, sino para conservar la salud general.
Así lo sugiere un nuevo trabajo publicado en el American Journal of Physiology-Endocrinology and Metabolism, que se ha fijado no solo en el éxito de este tipo de cirugía, sino en cómo proteger la salud del hígado tras la operación.
En Estados Unidos más del 42% de los adultos sufren obesidad, en comparación al 14.5% de España; sin embargo en nuestro país el sobrepeso ya asciende al 38.5% de la población adulta. En ambos casos se sabe que existe un aumento del riesgo de sufrir otras enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, hipertensión, hígado graso, enfermedades cardio y cerebrovasculares, y diversos tipos de cáncer.
En el caso de EEUU, y según datos de la Sociedad Estadounidense de Cirugía Bariátrica y Metabólica, alrededor de 256.000 personas se sometieron a una cirugía bariátrica o cirugía adelgazante durante todo 2019. El 80% de estos pacientes, apunta la institución, son mujeres.
Se sabe que este tipo de cirugía tiene múltiples beneficios más allá de la evidente pérdida de peso: mejor tolerancia a la glucosa, mejores niveles de colesterol y mejor salud cardiovascular en general. Sin embargo, hombres y mujeres no responden igual .
Como bien indican los investigadores responsables del estudio, existen indicios de que el sexo afecta al grado de pérdida de peso y mejoras los aspectos cardiometabólicos de salud tras una cirugía bariátrica.
Para demostrarlo, los investigadores llevaron a cabo un estudio con ratones, a los cuales realizaron intervenciones del tipo gastrectomía vertical en manga, un tipo de cirugía bariátrica donde el estómago se reduce a un 15% de su tamaño original.
Tras el procedimiento, algunos ratones continuaron con dietas altas en grasa como las que llevaban a cabo previamente a la cirugía, mientras que otros llevaron a cabo una dieta baja en calorías y baja en grasas.
Según sus hallazgos, tanto los ratones machos como las hembras mostraron pérdidas de peso, mejor tolerancia a la glucosa y menor nivel de grasa corporal, incluso en los casos donde seguían dietas altas en grasa. Sin embargo, los machos tuvieron una mayor disminución de la grasa hepática o grasa del hígado en comparación a las hembras.
De hecho, los ratones machos obtuvieron mejoras en sus triglicéridos o grasas del hígado independientemente de la dieta, mientras que en el caso de las hembras solo aquellas que siguieron una dieta baja en calorías mostraban mejoras significativas.
Por ello, los investigadores sugieren que en el caso de las mujeres que se someten a una cirugía bariátrica sería aconsejable mantener una dieta baja en grasas y baja en calorías posteriormente a la intervención, con el objetivo de mantener los beneficios de la cirugía, sobre todo en cuando al hígado se refiere.
La acumulación de grasa visceral en el hígado, un órgano fundamental para depurar este exceso que puede llegar a colapsar, está directamente relacionada con el aumento de la enfermedad del hígado graso, que está alcanzando niveles epidémicos en las sociedades con mayor implantación de alimentos ultraprocesados.
Así mismo, también resaltan la importancia de los consejos dietéticos post-cirugía, tanto en hombres como en mujeres, pero centrándose especialmente en estas últimas, según los hallazgos del actual estudio. Aún así, cabe destacar que el estudio se llevó a cabo en ratones, y sería necesario continuar investigando en humanos para corroborar y clarificar todo los hallazgos.