El kiwi, que es un alimento muy popular y apreciado en muchos lugares, es en realidad una baya grande que crece en una especie de enredadera leñosa del género acctinidia. Aunque se cultiva cada vez más en España, tradicionalmente se les ha vinculado con Nueva Zelanda y, de hecho, su nombre se debe a la semejanza con un ave que habita aquella región. Sin embargo, su procedencia originaria es otra: China. Y fue desde allí que se expandió por otros lugares.
El kiwi generalmente crece en forma de óvalo y tiene aproximadamente el tamaño de un huevo de gallina. Su piel es de color camel, fibrosa y recubierta de una ligera pelusa. Una piel que, a pesar de ser áspera, se puede comer sin ningún problema. Por su parte, la pulpa resulta mucho más agradable, con un color verde brillante y unas distintivas y diminutas semillas negras que también se pueden comer. En cuanto a su sabor, oscila entre dulce y ácido.
Se considera que es muy adecuado para picar entre horas, por su bajo contenido de calorías. Además, sus beneficios son muchos, ya que contienen un alto contenido en antioxidantes, vitaminas -entre las que destaca la vitamina C- y fibra dietética. Esta fruta puede ser de mucha ayuda para cuidar la salud del corazón, la salud digestiva y el sistema inmunológico.
Avalado por la ciencia
Según un nuevo estudio realizado en 2018, y publicado por la revista Nutrients, parece demostrado que comer un par de kiwis cada día puede generar beneficios al organismo, mejorando el estado de ánimo y la sensación general de bienestar. Aunque el estudio se realizó específicamente sobre la variedad SunGold, los científicos aseguran que sus hallazgos son extrapolables a otras variedades, con mayor o menor intensidad.
Los hallazgos apuntaron a que las personas que comieron dos kiwis y las personas que tomaron un suplemento diario alcanzaron el nivel de saturación de vitamina C en plasma en dos semanas. Además, quienes comieron kiwis mostraron una mejora significativa en el estado de ánimo y el bienestar durante el período de intervención, y en las semanas posteriores.
“El aumento de los datos de investigación y la creciente conciencia de los consumidores sobre los beneficios para la salud de los kiwis proporcionan una motivación lógica para su consumo regular como parte de una dieta equilibrada. El kiwi debe considerarse parte de una estrategia dietética natural y eficaz para abordar algunas de las principales preocupaciones de salud y bienestar en todo el mundo”, señalan los investigadores del estudio.
Sin embargo, más allá de este estudio, son muchas las evidencias de que incluir de forma regular un kiwi en la dieta aporta muchos otros beneficios.
Puede ayudar a tratar el asma
Hay evidencias que apuntan a que la gran cantidad de vitamina C y antioxidantes que contienen los kiwis en realidad puede ayudar a tratar a las personas con asma. Un estudio con 2.000 participantes detectó un efecto beneficioso sobre la función pulmonar entre quienes consumían fruta fresca con regularidad, incluidos los kiwis.
Mejora a la digestión
Los kiwis tienen mucha fibra, lo que, como bien sabemos, es una buena noticia para los procesos digestivos. También contienen una enzima proteolítica llamada actinidina que puede ayudar a descomponer las proteínas. Este estudio reciente confirma que el extracto de kiwi, que contiene esta enzima, mejoró enormemente la digestión de la mayoría de las proteínas.
Estimula el sistema inmunológico
Los kiwis son ricos en nutrientes y están repletos de vitamina C. De hecho, 200 gramos de kiwi proporcionan aproximadamente el 273 por ciento de su valor diario recomendado. La vitamina C es un nutriente esencial cuando se trata de estimular su sistema inmunológico para prevenir enfermedades. Según este estudio, los kiwis pueden apoyar la función inmunológica y reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades similares a la gripe o el resfriado.
Un buen antioxidante
El estrés oxidativo puede dañar nuestro ADN, lo que puede acarrear algunos riesgos para la salud. No obstante, y en parte gracias a sus antioxidantes, el consumo regular de kiwi o extracto de kiwi reduce la probabilidad de estrés oxidativo. Dado que el daño oxidativo del ADN está fuertemente relacionado con el cáncer de colon, el consumo regular de kiwi también podría reducir el riesgo de enfermedad.
La presión arterial bajo control
Los kiwis no solo pueden proporcionar una ayuda a nuestro sistema inmunológico, sino que también pueden servir para mantener el control de la presión arterial. Un estudio de 2014 encontró evidencias que las sustancias bioactivas de tres kiwis al día pueden reducir la presión arterial más de una manzana al día. A largo plazo, esto también puede conllevar un menor riesgo de afecciones que pueden ser causadas por la presión arterial alta, como accidentes cerebrovasculares o ataques cardíacos.
Reduce la coagulación sanguínea
Otro aspecto en el que los kiwis pueden ser buenos aliados es respecto a la coagulación de la sangre. Un estudio de la Universidad de Oslo encontró que comer de dos a tres kiwis al día reducía significativamente el riesgo de sufrirla. También se demostró que reducen la cantidad de grasa en la sangre.