Lavarse los dientes es un acto que repetimos, al menos, tres veces al día —o, por lo menos, así debería ser—. Llevamos haciéndolo desde que éramos pequeños y, por eso, muchas personas en España nos consideramos grandes expertos en esta materia. Sin embargo, este hábito tan cotidiano guarda algunos misterios y pocas personas lo realizan, en realidad, con la maestría con la que deberíamos.
Para demostrarlo, la farmacéutica Gemma del Caño ha elaborado un hilo en su cuenta de Twitter en el que ha enumerado 10 directrices para una buena higiene bucal y ha retado a sus seguidores a comprobar cuántas cumplen. La experta en Seguridad Alimentaria reconoce que ella misma es la primera que comete algunos errores y que incumple algunos de los enunciados que ella misma ha publicado. Nadie es perfecto.
El cepillado de dientes debe ser diario y después de las comidas. No sólo sirve para tener un mejor aliento o una sonrisa más atractiva, sino que, como todos los hábitos de higiene, previene enfermedades y ayuda a mantener la salud. Aunque no seamos perfectos en la higiene bucal, siempre es mejor cepillarlos a nuestra manera que no hacerlo. Ahora bien, si quieres mejorar, aquí van los consejos que del Caño ha compartido.
¿Mojas el cepillo?
En primer lugar, no deberíamos lavarnos los dientes inmediatamente después de comer. La mayoría de veces que cometemos este error es, precisamente, por falta de tiempo. Según la experta, deberíamos limpiar nuestros dientes aproximadamente una media hora después de haber comido. Tras ingerir alimentos el pH de nuestra boca es bajo, si cepillamos los dientes entonces podemos dañar nuestro esmalte.
Otro de los grandes errores que cometemos es echar demasiada pasta de dientes. Gemma del Caño explica que sólo necesitamos un pegote del tamaño de un guisante, aunque la mayoría de veces somos demasiado generosos. Sin embargo, el error que más solemos cometer es mojar el cepillo de dientes antes de echar la pasta. La farmacéutica explica que lo mejor es lavarse los dientes con el cepillo seco, por desagradable que parezca.
Dos minutos de cepillado
Mucha gente se preocupa exclusivamente de los dientes cuando utiliza el cepillo, pero esta no es la única parte de la boca que reclama atención. Es muy importante cepillar la lengua al igual que los dientes, aunque algunas personas padezcan arcadas cada vez que se atreven. Además, cuando cepillamos los dientes tendemos a hacerlo en dirección horizontal y lo mejor es que lo hagamos de manera circular desde la encía hacia abajo.
No debemos lavarnos los dientes con fuerza y tampoco deprisa: de hecho, deberíamos cepillar nuestros dientes por un espacio de 2 minutos. Puede parecer una eternidad cuando estamos en faena, pero es importante para mejorar la higiene. Tampoco deberíamos enjuagarnos demasiado porque "te llevas todo lo bueno de la pasta de dientes". De hecho, lo mejor sería escupir sólo la pasta.
Los cepillos de dientes muchas veces pasan más tiempo entre nosotros de lo que deberían: tenemos que cambiarlos antes de que cumplan los tres meses de uso. No hace falta que te enjuagues la boca cuando termines con colutorio: lo más importante es cepillar bien los dientes. Sin embargo, no todo son extras. El hilo dental sí que es necesario usarlo porque las bacterias se meten entre los huecos de los dientes.