El natto, un plato de soja fermentada que suele servirse como desayuno en Japón, se originó a principios del milenio pasado y apenas ha comenzado a introducirse en España. Pero puede contener una respuesta a un problema moderno, la Covid-19, según un nuevo estudio basado en cultivos celulares de la Tokyo University of Agriculture and Technology (Japón).
Se pensaba que el natto contribuía a una vida más larga y saludable en Japón (el país con la mayor esperanza de vida del planeta y donde vive más de una cuarta parte de la población mundial de 65 años o más), pero previamente se descubrió que era un alimento básico en la dieta de quienes tenían menos probabilidades de morir de derrame cerebral o enfermedad cardíaca.
Ahora, este estudio, publicado en la revista científica Biochemical and Biophysical Research Communications, ha evidenciado que el extracto elaborado a partir del natto, viscoso y de fuerte olor, puede inhibir la capacidad del virus causante de la Covid-19 para infectar las células.
"Tradicionalmente, los japoneses han asumido que el natto es beneficioso para su salud. En los últimos años, los estudios de investigación han revelado pruebas científicas de esta creencia. En este estudio, investigamos los efectos antivirales del natto sobre el SARS-CoV-2, el virus que causa la Covid-19, y el herpesvirus bovino 1 (BHV-1), que causa la enfermedad respiratoria en el ganado", resalta el autor del artículo, Tetsuya Mizutani.
El natto se elabora mediante la fermentación de la soja con Bacillus subtilis, una bacteria que se encuentra en las plantas y en el suelo. Los investigadores prepararon dos extractos de natto a partir del alimento, uno con calor y otro sin él. Aplicaron los extractos a conjuntos de células cultivadas en laboratorio de ganado y de seres humanos. Un conjunto estaba infectado con el SARS-CoV-2, mientras que el otro conjunto estaba infectado con el BHV-1.
Cuando se trató con el extracto de natto elaborado sin calor, tanto el SARS-CoV-2 como el BHV-1 perdieron la capacidad de infectar las células. Sin embargo, ninguno de los dos virus pareció verse afectado por el extracto de natto tratado con calor.
"Descubrimos que lo que parece ser una proteasa o proteasas -proteínas que metabolizan otras proteínas- en el extracto de natto digiere directamente el dominio de unión al receptor de la proteína pico del SARS-CoV-2", apunta Mizutani, señalando que la proteasa parece descomponerse con el calor, perdiendo la capacidad de digerir las proteínas y dejando que el virus siga siendo infeccioso.
La proteína de pico se encuentra en la superficie del virus y se une a un receptor de las células del huésped. Con una proteína spike inactiva, el SARS-CoV-2 no puede infectar las células sanas. Los investigadores encontraron un efecto similar en el BHV-1.
"También confirmamos que el extracto de natto tiene los mismos efectos digestivos sobre las proteínas del dominio de unión al receptor de las cepas mutadas del SARS-CoV-2, como la variante Alfa", destaca Mizutani.
Aunque los resultados son prometedores, Mizutani advirtió también de que se necesitan más estudios para identificar los mecanismos moleculares exactos que intervienen. También subrayó que la investigación no aporta ninguna prueba de que se reduzca la infección vírica por el mero hecho de comer natto. Una vez que se identifiquen los componentes y se verifiquen sus funciones, los investigadores planean avanzar en su trabajo hacia estudios clínicos en modelos animales.