Los melocotones son, con permiso del melón y la sandía, una de las frutas más populares del verano en España. Durante estos meses, las fruterías y los supermercados están llenos de variedades de melocotón: el más característico es el amarillo con la piel aterciopelada, pero también los hay de color rojo y con la piel lisa. Las fresquillas y los paraguayos, que tienen características diferentes, son también melocotones.
Cuando los melocotones están en su punto perfecto son una fruta deliciosa y muy dulce, pero no siempre tenemos tanta suerte como nos gustaría. Encontrar buenos melocotones es una tarea complicada: si bien un día hemos podido dar con la fruta perfecta, al siguiente los melocotones del mismo establecimiento resultan poco jugosos y su sabor escaso. A primera vista es muy difícil determinar si un melocotón sabrá posteriormente mejor que otro.
Lo único que podemos hacer es elegir aquellos melocotones que parecen más maduros. Es decir, si queremos melocotones amarillos, deben de presentar un tono anarajado; los melocotones rojos, mejor si tienden hacia un color oscuro e, incluso, amoratado; los paraguayos, por su parte, deben ser de color amarillento recorridos por vetas rojizas, pero no deberíamos optar por aquellos que presentan regiones verdosas.
Variedades parecidas
Por tanto, dar con un melocotón con el sabor perfecto depende de que se encuentren en su estado de maduración perfecto. Según este artículo de La Vanguardia, es muy complicado encontrar uno de estos melocotones porque una vez se arrancan del árbol no maduran bien y los productores suelen distribuirlos antes de llegar a su punto óptimo de maduración para que aguanten mejor el transporte hasta su punto de venta.
Sin embargo, de vez en cuando vamos al supermercado y damos con piezas estupendas y pensamos "ya sé dónde tengo que venir a comprar siempre melocotones". Esto no es tan fácil y es que, tal y como se dice en el mismo artículo, podemos encontrar un melocotón muy bueno una semana en un determinado supermercado y a la siguiente otros que no son de la misma calidad. No se trata de una impresión, sino que es completamente cierto.
La explicación, según el diario catalán, es que los melocotones que se venden cada semana son de variedades diferentes, pero muy parecidas entre ellas físicamente. "El melocotón no se conserva mucho tiempo una vez recolectado, así que el productor necesita tener varias variedades que parezcan idénticas, pero que tengan períodos de maduración distintos para ofrecer melocotones durante varias semanas".
Una fruta saludable
La dificultad de encontrar un melocotón dulce y jugoso cualquier día es lo que ha hecho más popular a otras variedades como el paraguayo. Este tipo de melocotón, aunque es diferente en forma y sabor, tiene fama de ser una apuesta más segura a la hora de hacer la compra. Es decir, que, por lo general, es más fácil encontrar un paraguayo dulce que otro tipo de melocotón en su punto perfecto de maduración y de dulzor.
Los melocotones son un alimento muy saludable porque se trata de un tipo de fruta. Es decir, un tipo de alimento que, tal y como coinciden las diferentes instituciones de salud, deberíamos tomar todos los días. En concreto, la Universidad de Harvard recomienda que la mitad de lo que consumamos en cada comida esté compuesto por frutas y verduras si lo que queremos es llevar a cabo un estilo de vida saludable.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el principal aporte del melocotón es el agua que contiene y que ocupa casi el 90% de su composición. Además, destaca por su contenido en fibra alimentaria y en hidratos de carbono. Sin embargo, los melocotones no son una fruta muy energética: cada 100 gramos de esta fruta aporta unas 41 kilocalorías. Esta fruta también destaca por su contenido de vitamina C y de potasio.