Desde hace unos años, el kéfir ya no nos resulta tan exótico en España. Muchos de quienes se animan a probarlo lo hacen atraídos por su contenido en bacterias saludables, pero al final acaban incorporándolo a su dieta diaria. Si bien antes había que prepararlo uno mismo, ahora encontrar kéfir en el supermercado es muy sencillo e, incluso, lo hay en distintas modalidades de sabores. Pero, ¿son estas más saludables que el kéfir original?
Es muy común que algunas personas confundan el kéfir con un tipo de yogur porque, al fin y al cabo, los dos se elaboran con leche y con fermentos. Sin embargo, no lo es: según nuestra ley, el yogur es un "producto de la leche coagulada obtenido por la fermentación láctica mediante la acción de Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus". El kéfir es, por tanto, un tipo de leche fermentada.
Los microorganismos encargados de la fermentación, en este caso, son una serie de bacterias y de levaduras que forman los gránulos del kéfir. El kéfir se elabora, precisamente, añadiendo estos gránulos a la leche y dejándolos fermentar: el resultado es una sustancia viscosa y con un sabor más ácido que el del yogur. En este sentido, el kéfir que hacemos en casa puede ser el mejor que podemos consumir, ya que tenemos el control sobre los ingredientes.
Huye de los de sabores
Como sucedió primero con los yogures, la industria alimentaria ha sacado al mercado algunos productos de kéfir con sabores o con trozos de frutas. El sabor ácido del yogur natural y del kéfir natural no gusta a todo el mundo y con estas opciones lo hacen más popular. Ahora bien, estos no son tan saludables como los originales porque incorporan azúcares o edulcorantes artificiales que, aunque no añaden calorías, no son completamente inocuos para la salud.
En estos productos el ingrediente mayoritario es la leche, que puede rondar una proporción de hasta el 95%. Aunque en estos casos el azúcar y los aditivos se encuentran en un porcentaje muy bajo como para resultar dañinos, la mejor opción y el producto con el que se obtienen más beneficios es el kéfir natural. De todas formas, en el mercado hay otros en los que la proporción de azúcares añadidos y aditivos es considerablemente mayor.
Si bien la leche contiene azúcares naturalmente presentes, un kéfir natural tiene en torno a cuatro gramos por cada 100 de producto. Sin embargo, existen otros de sabores o de trozos de fruta en los que se pueden encontrar hasta 12 gramos en la misma cantidad. Esto indica que la mayoría de ellos son azúcares añadidos. En cuanto a los aditivos, conviene recordar que todos los que se utilizan en nuestro país han demostrado que son seguros para el consumo a través de estudios científicos, pero evidencian un grado de procesado mayor del alimento.
Por qué deberías tomar kéfir
Por lo tanto, el mejor kéfir del supermercado es el natural que cuenta en su ingredientes sólo con leche, fermentos lácticos y/o levaduras del kéfir. De esta manera, estaremos consumiendo un producto en el que se mantienen sus beneficios característicos. Tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, diferentes estudios científicos han demostrado que el kéfir es beneficioso para nuestra salud.
"El kéfir presenta muchos beneficios para la salud debido a sus beneficios antimicrobianos, anticancerígenos, modulación de la microbiota intestinal y efectos antidiabéticos", afirma uno de los estudios citados en el artículo. "Sus propiedades biológicas sugieren su uso como antioxidante, agente antitumoral, agente antimicrobiano e inmunomodulador, entre otras funciones", apunta otro estudio publicado en Frontiers of Microbiology.
Esta leche fermentada puede ser consumida por las personas intolerantes a la lactosa debido a que los microorganismos del kéfir utilizan este azúcar para hacer la fermentación y reducen significativamente su presencia. Destaca por su contenido de proteínas de alta calidad biológica y por tener una buena cantidad de calcio de fácil absorción. Por supuesto, tiene un efecto probiótico, pero para que pueda tener efectividad, el kéfir no debe sustituir a las piezas de fruta de postre en las comidas.