La alimentación es uno de los asuntos a los que unos padres deben prestar la máxima atención. Aunque durante los primeros meses de vida la supervisión del pediatra es constante, a medida que se introducen nuevos alimentos en la dieta del menor surgen dudas sobre el tipo de comida y los nutrientes necesarios para mantener una alimentación equilibrada, completa y variada: ¿son suficientes, se detecta alguna carencia? O por el contrario ¿algún exceso? ¿Qué más se puede hacer en este sentido?
Los estudios que han abordado el tema arrojan conclusiones que indican el margen de mejora en la nutrición de los niños a partir del año de edad. Se trata de una etapa trascendental en este proceso de crecimiento, ya que a partir del año, el pequeño va incorporando nuevos tipos de comida que complementan a la leche que, en contra de la opinión generalizada, aún sigue siendo básica por la cantidad de nutrientes interesantes que aporta (proteínas, calcio, fósforo, vitaminas, etc…).
Por eso es importante equilibrar la dieta y buscar alternativas capaces de proporcionar los nutrientes imprescindibles y que difícilmente se obtienen a partir de la comida sólida en este momento de su vida.
Entre esos nutrientes, la atención se centra en el Omega 3 DHA, el hierro, el calcio y la vitamina D. Todos ellos participan en mayor o menor medida en el desarrollo cognitivo del menor, en la formación y crecimiento de la estructura ósea y en el fortalecimiento de su sistema inmunitario. Son, por tanto, elementos imprescindibles que estos estudios dejan claro que, en la gran mayoría, no alcanzan los niveles aconsejables de ingesta. A cubrir ese déficit ayudan las leches enriquecidas y adaptadas a las necesidades de los más pequeños.
Expresado en números es como mejor se visualiza este problema generalizado: el mayor estudio de nutrición infantil en España, el EsNuPi, revela que hasta el 75% de los niños de 1 a 3 años no toman la cantidad diaria recomendada ni de Omega 3 DHA ni de Calcio, cifra que se eleva hasta el 100% al hablar de la vitamina D.
En este contexto, los padres pueden ayudar activamente a complementar la dieta de sus pequeños a través de las leches adaptadas, que existen a partir de los 12 meses y también a partir de los 3 años. La composición específica de éstas, establecida pensando en las necesidades de estas franjas de edad, suponen un acompañamiento perfecto para conformar una dieta completa y contribuir al correcto desarrollo de los pequeños.
Cómo saber si toma el hierro y Omega 3 DHA recomendados
Entre las ventajas que aporta su consumo, se puede hablar de la comodidad que supone dar un vaso de leche, por ejemplo, pero la más obvia es la de incluir este tipo de nutrientes. Por ejemplo, una toma diaria de Puleva Peques 3 aporta el 65% de la cantidad recomendada de Omega 3 DHA, el 43% de hierro, el 73% de vitamina D, aunque también incluye una docena de vitaminas adicionales como las A y la C. Y por otra parte, no presenta azúcar añadido, lo que redunda en su buen perfil nutricional.
Ahora bien, ¿cómo saber si nuestro hijo está correctamente alimentado? Muchas veces, en casa se hacen los máximos esfuerzos por variar la dieta pero, además del consejo médico, no está de más tener en cuenta las herramientas de los expertos en la materia que orientan sobre la mejor manera de que a los pequeños no les falte de nada.
Con esa idea, el Instituto Puleva de Nutrición ha desarrollado una sencilla calculadora online para valorar si el pequeño está tomando la cantidad diaria recomendada de omega 3 DHA.