Varias yucas, también llamadas mandiocas. iStock
El tubérculo más sano que la patata que reduce la hipertensión
La yuca es un tubérculo que cada vez resulta menos exótico y aporta varios beneficios a la salud, aunque también tiene contraindicaciones.
15 noviembre, 2021 02:41Noticias relacionadas
Originaria de Paraguay y Brasil, la yuca es el tubérculo más usado en la cocina de Sudamérica, pero cada vez es más conocida en el continente europeo. Se asemeja a la patata, pero con un sabor diferente, además tiene más beneficios que el citado tubérculo. Conocida también como mandioca, es muy rica en hidratos de carbono complejos, vitaminas y todo con muy poca grasa.
Aunque cuenta con un inconveniente, "la yuca no se puede comer en crudo, hay que cocinarla, ya que si se toma cruda, contiene unas sustancias llamadas glucósidos cianogénicos, que liberan cianuro en el cuerpo cuando se ingiere", explica a EL ESPAÑOL María del Mar Silva, nutricionista licenciada también en Farmacia, especialista en nutrición clínica.
"Además, este alimento cuenta con más almidón que la patata, lo que le convierte en una comida fundamentalmente energética con pocas grasas y proteínas limitadas, por lo que debería de introducirse en la dieta en forma de complemento, como el arroz o la patata", añade Silva.
Ideal para niños
La yuca es rica en vitamina C y B6, por lo que es un complemento perfecto para un alimento rico en hierro de origen animal que necesita de vitamina C para absorberse correctamente. Mientras que la vitamina B6 es vital para el desarrollo del cerebro y para el mantenimiento del sistema nervioso y el inmunitario, siendo muy recomendable su consumo para niños.
Al tener un alto contenido en carotenoides, sirve como apoyo ante las carencias de vitamina A. Igualmente se ha relacionado a estos pigmentos con la reducción del riesgo cardiovascular, la diabetes, la obesidad, la inflamación crónica, los niveles de colesterol y triglicéridos.
Apta para celíacos
Al servirse cocida, es fácil de digerir, por lo que también es recomendable para personas con úlcera estomacal, gastritis o colitis, pudiendo sustituir a los cereales, siendo además apta para celíacos. También contiene saponinas, que tienen propiedades astringentes para casos de diarreas pero que a su vez, al reducir la absorción del hierro según un estudio, no conviene abusar de ella en caso de tener déficit de hierro.
Glucosa y presión arterial
Tampoco contiene colesterol, además, el almidón resistente que contiene la convierte en un alimento muy saludable. Ya que tiene efectos positivos en la microbiota, según esta investigación. Asimismo, este almidón reduce los niveles de glucosa en sangre, reduciendo el apetito, siendo así un alimento muy útil para las dietas de pérdida de peso. La yuca también es rica en magnesio, zinc, cobre y potasio, que actúa como regulador de la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
Preparación
Este alimento ha de cocinarse antes del consumo por lo menos 30 minutos, por lo que en primer lugar se tiene que pelar y lavar correctamente, para posteriormente hervirla en una cazuela hasta que se ablande. Otra forma de cocinarla es pelarla y cortarla en forma de palitos y freírla en aceite de oliva o al vapor, igual que las patatas.
Contraindicaciones
Antes de tomar yuca, si te estás tratando de algún problema médico, consulta a un especialista, ya que este alimento tiene algunas contraindicaciones. Al contener glucósidos cianogénicos, como linamarina y lotaustralina, puede provocar intoxicación por cianuro, afectando a la función nerviosa y tiroidea, pudiendo desencadenar efectos tóxicos graves y algunos trastornos neurológicos, como deterioro motor, deterioro cognitivo y síntomas que caracterizan la neuropatía atáxica tropical y la paraparesia epidémica espástica.
Por ejemplo, un estudio concluyó que el consumo oral crónico de jugo de yuca causó daño renal y hepático que se correlacionó con el deterioro de la coordinación motora en ratas, de manera similar a su principal compuesto neurotóxico, la linamarina. Unos datos que coinciden con otra investigación que revela que un consumo elevado de yuca contribuye al desarrollo de trastornos neurológicos pudiendo afectar los procesos neuroquímicos y neurofisiológicos en estructuras cerebrales particulares, además de alterar procesos metabólicos periféricos que impactan en el bienestar del organismo.
