La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido una alerta para avisar de la presencia de alérgenos no declarados en el etiquetado de unos macarons de origen belga. Los avisos por la presencia de alérgenos no declarados que emite el organismo que depende directamente del Ministerio de Consumo son relativamente frecuentes: en noviembre de 2021 se produjo la retirada de unas populares galletas dulces y de otras saladas en la misma semana.
Tal y como informa la Aesan, esta nueva alerta ha sido comunicada por las autoridades sanitarias de Bélgica a través de la Red de Alerta Alimentaria Europea (RASFF). La empresa afectada por el aviso, la belga Pidy, ha procedido a la retirada del producto del mercado.
Los datos del producto implicado, importado desde Francia, figuran a continuación. Nombre del producto (en etiqueta): 160 macarons 4 varieties 3,5 cm; Marca: Pidy; Aspecto del producto: Caja de cartón blanco con ventana; ; Número de lote: 2021369222; ; Fecha de consumo preferente: 01/08/2022; Peso de unidad: 480 g; Temperatura: ambiente.
"Según la información disponible, la distribución inicial ha sido a la comunidad autónoma de Cataluña. Continúan las investigaciones, y no es descartable que puedan existir redistribuciones a otras comunidades autónomas", avisa la Agencia.
Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización.
Como medida de precaución, se recomienda a las personas alérgicas al huevo y/o la almendra, que pudieran tener el producto anteriormente mencionado en sus hogares que se abstengan de consumirlo. Los consumidores que no presenten estas afectaciones no se verían afectados en principio por esta alerta.
Aumentan las alergias alimentarias
En España, se estima que cerca de dos millones de personas son alérgicas a algún alimento. Los alimentos están compuestos por diferentes proteínas y algunas de ellas pueden ser potencialmente alergénicas, siendo capaces de inducir diferentes tipos de reacciones, explicaban María José Goikoetxea y Carmen D’Amelio, doctoras en el Departamento de Alergología de la Clínica Universidad de Navarra.
El desarrollo de una alergia depende, sin embargo, de diversos factores entre los que se incluyen la genética, la frecuencia de consumo de los alimentos y el momento de su introducción, entre otros. Una etapa frecuente de la vida para desarrollar estas alergias es la niñez, especialmente durante los primeros años cuando se comienzan a introducir los diferentes alimentos.
En las personas con alergia alimentaria, se produce una respuesta exagerada frente a uno o más alimentos determinados. Esto es debido al desarrollo de anticuerpos, generalmente tras un contacto previo, que, al reconocer al antígeno o alimento en cuestión, ponen en marcha una serie de reacciones inmunológicas capaces de desencadenar los síntomas típicos de la alergia: picores, ronchas, edema facial, tos, dificultad para respirar, etc. Estos síntomas generalmente se producen de forma inmediata o dentro de las primeras dos horas tras la ingesta o el contacto con el alimento.