El popular cóctel conocido como “Moscow Mule” (Mula de Moscú) supuestamente debe parte de su sabor a la jarra de cobre helada en la que se sirve, porque el metal brillante se oxida ligeramente, intensificando el aroma y la efervescencia de la bebida. Pero el sabor no es lo único que aporta la jarra de cobre.
Un nuevo estudio publicado en el número de enero/febrero de la revista Journal of Environmental Health ha descubierto que el cobre se disuelve en la bebida hecha con cerveza de jengibre, zumo de lima y vodka. En poco menos de media hora, los niveles de cobre superan las normas de seguridad establecidas para el agua potable, informa EFE.
Un trago o dos no son tóxicos, dijo Caroline Pharr, una de las autoras del estudio y profesora de química del Carroll College, coin sede en Helena, Montana. “La toxicidad aguda por cobre es muy poco probable. Para eso habría que beber 30 Moscow Mules en un período de 24 horas”, explicó.
Después de 27 minutos, la cantidad de cobre que se disuelve en la jarra supera las 1,3 partes por millón que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) establece como nivel seguro para el agua potable. ¿El culpable de estos elevados niveles? “La cerveza de jengibre parece ser el principal impulsor del efecto de disolución”, dijo John Rowley, también profesor de química en Carroll y coautor del trabajo.
La exposición prolongada al polvo de cobre puede irritar la nariz, la boca y los ojos, y causar dolores de cabeza, mareos, náuseas y diarrea. Si se bebe agua que contiene niveles de cobre más altos que lo normal, se pueden experimentar náuseas, vómitos, calambres estomacales o diarrea. Hay consecuencias más graves si se ingieren altas cantidades de manera constante.
Para evitar el cobre en el cóctel, Pharr recomienda utilizar una jarra revestida de acero inoxidable (lo que, supuestamente, le quitaría a la bebida el aroma y la efervescencia adicionales que provienen del cobre). También se puede beber en menos de los 27 minutos que tardan los niveles en superar los estándares.
La idea de analizar los niveles de cobre se le ocurrió a Pharr durante una fiesta en el patio de una casa donde se servían Moscow Mules. “Un amigo me dijo ‘No bebas eso, disuelve el cobre’”, contó. “Resulta que nadie había cuantificado cuánto se estaba disolviendo, así que comenzamos a investigar”.
No es la primera vez que se advierte de los riesgos de las jarras de cobre. En 2017, Iowa las prohibió porque el Código de Alimentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) prohibía que los alimentos con un pH inferior a 6,0 —que son más ácidos— entraran en contacto con el cobre. El pH de un Moscow Mule es de 2,7.
Ingerir cobre no es del todo malo; es cuestión de niveles. El cobre es un ingrediente necesario en la dieta y se encuentra en mariscos, alubias, frutos secos y cereales integrales, y se vende en suplementos dietéticos. Se ha demostrado que ayuda a prevenir la anemia y la osteoporosis, entre otras cosas.
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