La vainilla, Vanilla fragans, es una especia de la familia de la orquidáceas. Además de la bonita flor que desarrolla, lo que se aprecia es su fruto, en forma de vaina, cuya pulpa tiene un gran sabor y aroma y que la convierte a la vainilla en un muy valioso ingrediente en la cocina. Mayoritariamente en la elaboración de platos dulces, flanes, galletas, bizcochos o incluso tés. También tiene otros usos, en la industria del perfume, por ejemplo.
La vainilla, como otras especias, es un producto valioso, y como tal, está expuesto a fraudes y engaños. Madagascar es el principal productor de las orquídeas de cuyas vainas se extrae la vainilla, lo que la convierte en el primer productor. Sin embargo, diversas dificultades climáticas y socioeconómicas en este país han afectado a la producción de vainilla. El resultado ha sido un aumento de precio considerable en este producto, un terreno abonado para el fraude.
En Francia, la Dirección General de la Competencia, Consumo y Represión de fraudes ha comprobado que los engaños para hacer pasar por vainilla natural lo que no es están a la orden del día. Tras tres años de investigación, llegan a la conclusión de que no sólo ha crecido el fraude en la vainilla, sino que afecta tanto a los productos aromatizados, como a las propias vainas de vainilla.
Una completa investigación
Se han investigado todo tipo de productos de vainilla, desde vainas a extractos y alimentos con sabores a vainilla que declaraban usar extracto natural de vainilla así como concentrados. Se analizaron 22 muestras y llegaron a la conclusión de que una de cada cuatro muestras de vainilla incumplía la normativa.
Los problemas principales que se encontraron fueron que algunas eran muestras de vainas de vainilla gastadas, que ya se habían utilizado para extraer el aroma y sabor y ahora se "reutilizan" tras sumergirlas en un líquido con olor y sabor a vainilla pero de origen sintético. También se recurre a vainilla sintética o vainilla producida por procesos biotecnológicos en vez de extractos naturales de vainilla. Y, por último, también usan caramelo para darle color a los extractos de vainilla que no contenían vainilla natural.
Es evidente que, la subida de precio del producto en origen ha dado lugar a que proliferen estas prácticas fraudulentas. Por esta razón, desde la Organización de Consumidores y Usuarios alertan de este aviso de Francia.