En España se come bien, una afirmación tan real que atrae a miles de visitantes de otros países que aprovechan sus vacaciones para disfrutar del buen tiempo y una gastronomía digna de la famosa dieta mediterránea. Es cierto que algunos de los platos tradicionales que aún forman parte de la dieta española no son excesivamente sanos, por la cantidad de ingredientes ricos en grasas saturadas, sin embargo, existen otras recetas ricas y compatibles con unos hábitos de vida saludable e incluso con una dieta de pérdida de peso.
El 89% de los españoles demanda ofertas más saludables en los restaurantes, según el Barómetro FOOD de Edenred de 2021, estando por encima de la media mundial. Es la cifra más alta de Europa y la cuarta del mundo, solo superada por Brasil (90%), Perú (90%) y Colombia (92%). En Europa, Grecia, Francia y Austria siguen con poca distancia los pasos de España (87%, 79% y 78%, respectivamente).
Por eso, la restauración puede aprovechar la oportunidad de introducir en sus cartas algunos de los mejores platos de nuestra gastronomía, basada ingredientes frescos y de proximidad, poco condimentados. Además, la situación geográfica privilegiada ha permitido que formen parte de la dieta frutas y vegetales variados y el aceite de oliva, que es beneficioso para el organismo y que, además, forma parte de las tres recetetas que te contamos a continuación.
Gazpacho
El primero de estos platos es una sopa fría conocida en el mundo entero. El gazpacho tiene todos los ingredientes para formar parte de una dieta saludable y, además, baja en calorías. Su receta tradicional con tomate, pepino, pimiento, cebolla, ajo, aceite de oliva, vinagre y sal son un claro representativo de la dieta mediterránea.
La clave está en las cantidades de cada alimento a la hora de preparar el gazpacho y los mililitros que se beban al día. "Si es casero y no lleva demasiada cantidad de aceite, puede ser un primero muy bueno", indica la nutricionista Jimena Toselli de la policlínica Maio. Entre los nutrientes que forman parte de este preparado están los ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, presente en el aceite de oliva, además de minerales como magnesio, potasio, zinc y fósforo, entre otros.
Su alto contenido en agua lo convierten en una comida diurética y baja en calorías. El gazpacho también es rico en antioxidantes como el licopeno, los carotenoides y los polifenoles, que protegen al cuerpo del daño celular. Por su parte, el tomate es rico en vitamina C, A y licopenos, un carotenoide con efecto antioxidante, que ejerce de protector de enfermedades cardiovasculares. Además, cuenta con muchos más beneficios, incluso en la prevención de ciertos tipos de cáncer.
Así lo demuestra una investigación elaborada por científicos de la Universidad de Almería, que concluye que un consumo elevado de ajo y de cebolla disminuye el riesgo, tanto en hombres como en mujeres, de sufrir cáncer de colon.
Asimismo, el gazpacho, al estar elaborado con piezas de verduras y fruta crudas, es perfecto para cumplir con la recomendación de consumir dos raciones de estos alimentos al día, siendo una de ellas cruda como requisito. Otra de las ventajas es que como se sirve frío, al no someterle a un proceso térmico, todos los nutrientes se mantienen.
Pisto
Los ingredientes del pisto, por separado, aportan multitud de beneficios para el organismo, por lo que combinados resultan una bomba saludable. Por ejemplo, el tomate es una gran fuente de vitaminas y minerales, sobre todo potasio, además facilita la digestión gracias a su contenido en fibra y previene el estreñimiento. Además protege la vista gracias a su contenido en vitamina A y mejora la circulación sanguínea gracias al hierro y la vitamina K, implicada en los procesos de coagulación.
El pimiento también aporta gran cantidad de fibra, antioxidantes, vitaminas, principalmente la C (cuatro veces más que las naranjas), vitamina A y minerales. Mientras que, por su parte, la cebolla reduce el colesterol y es capaz de reforzar la capacidad que tiene la sangre de disolver coágulos internos, previniendo así la trombosis. Es rica en minerales y oligoelementos (calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo) y también en vitaminas (A, B, C y E).
Escalivada
Típica de Cataluña, este plato también se ha extendido por otras comunidades bañadas por el Mediterráneo. Es bajo en calorías y tiene un alto contenido en fibra. La receta es simple: verduras asadas (cebolla, tomate, berenjena y pimiento rojo) con sal y aceite de oliva, aunque se le puede añadir bacalao, un alimento perfecto para prevenir la osteoporosis por la cantidad de calcio, potasio y fósforo que contiene.
El licopeno presente en el pimiento es uno de los antioxidantes más potentes que se conocen, además este nutriente se absorbe mejor si el producto ha sido sometido al calor, justo como dicta la receta de la escalivada. Además, la mezcla con el aceite, mejora aún más la absorción de esta molécula al igual que todo el resto de vitaminas liposolubles, como es el caso del retinol, también presente en los pimientos.
El propio método de elaboración, elimina los alcaloides tóxicos de la berenjena, como la solanina, al igual que sucede con la cebolla, cuando el calor rompe sus tejidos y evapora los grupos sulfuros tioles, que son los irritantes. A cambio libera las enzimas lipasas, clave para la correcta digestión de las grasas. Además, por la cantidad de fibra que contienen sus ingredientes, a este plato se le adjudican propiedades laxantes contra el estreñimiento.