El lúcumo es un árbol de la familia de las sapotáceas, originario y nativo de los valles andinos de Perú, Ecuador, Bolivia y Chile. En España, existen proyectos para tratar de introducir su cultivo, aprovechando las características climáticas de algunas zonas del sur peninsular como Málaga.
Su fruto es la lúcuma, cuyo aspecto destaca por poseer una cáscara exterior dura y verde, mientras que en el interior encontramos una pulpa blanda y amarilla con una textura seca. Conocida como el “oro de los incas”, la lúcuma se ha utilizado como remedio tradicional en América del Sur durante siglos, y se puede comer cruda.
No obstante, su sabor tan dulce -se compara con una mezcla de boniato y caramelo- ha hecho que en forma de polvo haya ido ganando posiciones como una saludable alternativa al azúcar. También frente a otros edulcorantes que, tal y como hemos contado en EL ESPAÑOL, no siempre son tan saludables.
Esto se debe a sus valores nutricionales, con aproximadamente la mitad de carbohidratos y un 75% menos de azúcar que la misma cantidad de azúcar de mesa. Además, también ofrece una cantidad relativamente buena de fibra soluble e insoluble, a diferencia de la mayoría de los otros edulcorantes comunes. A ello hay que hay que añadir nutrientes como calcio, hierro, potasio, niacina y vitamina C.
Fuente adecuada de fibra
Una cucharada de polvo de lúcuma (7,5 gramos) proporciona 2 gramos de fibra, lo que la convierte en una fuente moderadamente buena de fibra dietética, en comparación con el azúcar de mesa u otros edulcorantes tradicionales.
El consumo regular de fibra puede ayudar a mejorar la salud intestinal, proteger contra la inflamación y ayudar con el estreñimiento. Además, se cree que el contenido de fibra de la lúcuma mejora la sensibilidad a la insulina y mantiene a raya los picos de azúcar en la sangre después de una comida.
Rico en antioxidantes
Las xantofilas -un pigmento fotosintético secundario que captura energía de los fotones de la luz solar y son responsables del color dorado intenso de la lúcuma-, la vitamina C, los polifenoles y los carotenoides se encuentran entre los compuestos potentes que se encuentran en el polvo de lúcuma.
Un estudio encontró que gracias a ellos la lúcuma es rica en antioxidantes, lo que ayuda a proteger contra la inflamación crónica, combatir los radicales libres y promover la salud de la piel, los ojos y el sistema inmunológico.
Polifenoles para el corazón
Una de las propiedades de los polifenoles presentes en la lúcuma es que ofrecen grandes beneficios potenciales para la salud del corazón. Gracias a su capacidad para proteger contra las enfermedades cardíacas y la presión arterial alta, se cree que los polifenoles y otros micronutrientes que se encuentran en la fruta de lúcuma refuerzan y mejoran la salud cardiovascular.
Un menor índice glucémico
A diferencia del azúcar de siempre, la lúcuma en polvo es elogiada como un sustituto de bajo índice glucémico, por lo que puede ser utilizado por consumidores con problemas con diabetes o por cualquiera que busque un edulcorante natural más saludable. Una alternativa de bajo índice glucémico puede elevar los niveles de azúcar en la sangre menos que otros edulcorantes como el azúcar o el agave.
Mejora la digestión
La fibra soluble es crucial para mantener un ecosistema intestinal próspero y diverso, y el polvo de lúcuma puede ser una ayuda digestiva y de soporte intestinal óptimo. Sus beneficios persisten incluso después de que la fruta se deshidrate y se convierta en un polvo superfino.
No desdeñar este nutriente es fundamental para evitar problemas en las poblaciones de bacterias intestinales, lo que puede significar un mayor riesgo de inflamación en el cuerpo y dificultar la función intestinal adecuada.
Un proyecto en Málaga
Como hemos señalado al principio, esta planta es originaria de América, como el cacao o la patata. No obstante, no se ha implantado en Europa. Existen proyectos de investigación para buscar sus potencialidades y analizar su capacidad de adaptación. Esto es lo que ha hecho el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) La Mayora, que desde hace más de dos décadas está trabajando para tratar de adaptar este cultivo a las condiciones climáticas de la zona.
La finca del centro experimental La Mayora alberga la que "posiblemente sea la única plantación de lúcuma en Europa", según el investigador titular del CSIC Iñaki Hormaza, responsable de este cultivo. Una iniciativa a la que se unen pequeños proyectos de producción que esperan que, en algún momento, el mercado se abra y resulte rentable seguir avanzando en la implantación de este interesante cultivo.