Ni el kéfir, ni el yogur: estos son los alimentos que realmente cuidan tu intestino
Los expertos consideran que tomar alimentos vegetales es mucho más importante para cuidar de la flora intestinal que tomar yogures.
12 abril, 2022 04:10Noticias relacionadas
Las dietas basadas en alimentos procesados repercuten de manera negativa en todo el cuerpo. Sin embargo, uno de los órganos más afectado por estos es el intestino: este tipo de alimentos pueden hacer que se inflame o, incluso, que aparezcan enfermedades. Una de las más peligrosas es el cáncer de colon, que es el tumor más diagnosticado en España. Este tipo de cáncer está muy relacionado con el consumo de alimentos insanos y, de hecho, el 25% de estos está provocado por el abuso de carne roja y procesada.
A este órgano tampoco le hacen ningún bien las bebidas azucaradas, las alcohólicas, la comida rápida y los alimentos ultraprocesados en general. Los ultraprocesados son aquellos alimentos de origen industrial que, por lo general, tienen más de cinco ingredientes que suelen ser, a su vez, alimentos procesados y se someten a procesos como la hidrogenación. En este grupo se encuentran alimentos como la bollería industrial, los aperitivos, las salchichas o los precocinados, como la pizza congelada.
Aunque el pronóstico de estas enfermedades —incluso en el caso del cáncer de colon— es cada vez mejor, los expertos recomiendan que mejoremos nuestro hábitos de vida para evitarlos. Es posible que hayas escuchado que uno de los mandamientos para tener un intestino saludable es tomar yogur —con bífidus o, simplemente, natural— o kéfir. Sin embargo, este aspecto no es, ni mucho menos, el más importante y podría estar distrayéndote, como explica Julio Basulto en esta entrevista para EL ESPAÑOL.
Más vegetales
Los lácteos fermentados se promocionan como fuentes de probióticos, que son microorganismos vivos que contribuyen al funcionamiento normal del sistema digestivo. Nuestro intestino aloja en su interior a millones de bacterias que cumplen una función benigna y se considera que a través de los yogures —que contienen el Lactobacillus acidophilus— se puede reforzar su presencia. Sin embargo, comer estos lácteos no es tan importante como nos han contado durante años. De hecho, se puede prescindir del yogur.
"Los probióticos sólo están indicados en muy pocas condiciones y te aseguro que la mayor parte de los supuestos beneficios de los probióticos son pura patraña", ha explicado Basulto con rotundidad en la entrevista. "Las bacterias del yogur no han demostrado ser beneficiosas para la salud. Tu intestino sin ellas ya es capaz de generar sus propias bacterias que dificultan el desarrollo de patologías prontas". Ahora bien, sí que existe una medida que podemos tomar para mejorar el estado de nuestras propias bacterias.
Para que nuestra microbiota intestinal se encuentre en plena forma, es importante dejar de tomar los alimentos que nos perjudican: el alcohol, la carne roja y procesada o los ultraprocesados. Lo siguiente es adoptar una dieta que esté basada en alimentos de origen vegetal, que tienen una buena proporción de fibra dietética en su composición. Aunque no es su única función, la fibra de los alimentos vegetales tienen la capacidad de llegar hasta el intestino sin ser digerida y servir de alimento a las bacterias de este órgano.
Los lácteos son prescindibles
Por esta razón, lo importante no es incorporar a nuestra dieta alimentos, sino reducir los que nos perjudican. Cambiar estos por los que sabemos que nos hacen bien: sobre todo, las frutas y las verduras. Estos alimentos son ricos en fibra y también en micronutrientes con una función antioxidante y antiinflamatoria. Además, podemos sustituir parte de nuestro consumo de carnes animales por el de legumbres, que tienen una alta cantidad de proteínas y también fibra; y el de grasas poco saludables, como las de la bollería o los snacks, por frutos secos, que cuentan con grasas saludables y, por supuesto, fibra.
El yogur no es un alimento imprescindible para nuestra salud, como el resto de lácteos. Sus nutrientes saludables pueden encontrarse en otros alimentos —por ejemplo, las almendras contienen un buen aporte de calcio—, pero, de todas formas, no son malos para la salud si sabemos cuáles elegir. En el caso de los yogures, los mejores del supermercado son los de sabor natural que cuentan con dos ingredientes: leche —en polvo o fresca— y fermentos lácteos. Eso sí, no debemos pensar que el yogur arreglará nuestro intestino porque podríamos dejar de tomar vegetales pensando que el lácteo es suficiente.
Algunos estudios científicos sí que han asociado algunos efectos beneficiosos al consumo de yogur, siempre y cuando se haga de manera regular. Uno de ellos ha sido realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn) y sostiene que tomar yogur se relaciona con un 23% menos de riesgo de padecer síndrome metabólico. Esta condición se caracteriza por provocar, a su vez, un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.