Poco a poco, la guayaba va ganando adeptos en España, lugar donde esta fruta tropical no es muy conocida. Procedente de Centroamérica, se cultiva en países como México, India, Perú, Brasil o Costa de Marfil y, recientemente, se ha comenzado a cultivar en las Islas Canarias, ya que esta fruta prehispánica es conocida por sus múltiples beneficios.
Su nombre científico es Psidium guajava, mientras que en náhuatl, una lengua indígena que se habla en México, es conocida como xālxocotl. Según fray Bernardino de Sahagún, este fruto estanca las cámaras, nombre que, por aquel entonces, se le daba a las diarreas.
"A lo largo de la historia, distintos herbarios domésticos y médicos han destacado sus propiedades, como Gregorio López Madera, quien en el siglo XVI afirmó que la guayaba es usada para piernas hinchadas, el bazo opilado, para las encías descarnadas y dientes", explica Borja Sacristán, historiador. Mientras, los mixes, totonacos y zapotecos, habitantes de los pueblos originarios de México, le adjudicaron propiedades más exóticas como parte de tratamientos del 'susto', una 'dolencia' descrita como la pérdida del alma en una persona a consecuencia de encuentros súbitos, caídas, accidentes, presencia de muertes violentas o sueños.
Por muy místico que suene, cabe recordar que, hace siglos, a dolencias y enfermedades reales se les daba explicación pseudorreligiosa, por falta de conocimiento. En concreto, los síntomas de 'susto' eran somnolencia, falta de apetito, decaimiento, palidez, desmayos, frío y dolor de cabeza, una sintomatología que puede asociarse a diabetes, representando así un episodio de hipoglucemia, para el que sería beneficioso la guayaba, ya que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre en el caso de las personas diabéticas.
Beneficiosa contra la diarrea
Las hojas de la guayaba eran empleadas por los indígenas para preparar una infusión como remedio a las evacuaciones diarreicas, un efecto que se debe a su contenido de flavonoides, como la quercetina, un principio activo antidiarreico. Además, otro de los beneficios que se les atribuyen a los flavonoides es su acción antioxidante.
Poder antiinflamatorio
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro (EE.UU), revelaron que la quercetina de la guayaba reduce los marcadores de inflamación, del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y de la interleucina-6 (IL-6).
Esta misma fruta también es beneficiosa en pacientes con artritis reumatoide, según descubrieron científicos iraníes. En un estudio, demostraron que tomar 500 miligramos de quercetina es capaz de disminuir la rigidez y el dolor matutino propios de esa enfermedad.
Acción anticancerígena
Entre las propiedades antioxidantes de la guayaba se encuentra la acción anticancerígena. En concreto, una investigación en roedores indicó que los flavonoides afectan al crecimiento de las células del cáncer de próstata, por sus efectos quimioterapéuticos y quimiopreventivo. Un efecto que se repite en el caso de otras células cancerosas de mama, ovario, pulmón, colon e hígado, según otro estudio con roedores.
Alivio de la alergia
Al inhibir las enzimas causantes de la inflamación y eliminar algunas de las sustancias que provocan síntomas alérgicos, como la histamina, la guayaba demostró en una investigación con modelos animales que evita que se produzca una reacción anafiláctica.
Rica en vitamina C y A
La vitamina C presente en las guayabas (228,3 miligramos cada 100 gramos, frente a los 53 miligramos que contienen las naranjas) aumenta la absorción del hierro presente en los alimentos, beneficiando a las personas que padecen anemia ferropénica.
Además, estas frutas son ricas en vitamina A, vinculada al buen funcionamiento de la visión y la protección de la mácula ocular, un efecto que se une al de los flavonoides, previniendo así ciertos tipos de ceguera.
Reduce el colesterol
El bajo contenido en hidratos de carbono y de sodio de las guayabas resulta recomendable para quienes sufren de diabetes, hipertensión arterial, obesidad o afecciones de vasos sanguíneos y corazón. Además, la fibra soluble que contiene, compuesta por mucílagos y pectina, ayuda a regular la absorción del colesterol en el intestino.
Sin embargo, a la hora de consumir esta fruta, conviene tomar ciertas precauciones. "Las guayabas no son recomendables para personas que padezcan insuficiencia renal o tengan dietas bajas en potasio", señala Concepción Martínez, nutricionista.