El exceso de grasa en la alimentación de las mujeres crea un desequilibrio de la microbiota intestinal que provoca cambios en el funcionamiento del sistema inmunitario y una inflamación generalizada que alcanza los ovarios. Estos acelera la menopausia, según un trabajo publicado recientemente por investigadores chinos en la revista científica International Journal of Molecular Sciences.
En un modelo animal (ratón), los autores chinos han identificado 5 especies de bacterias cuya prevalencia aumenta significativamente como consecuencia del exceso de grasa ingerida. Las bacterias que prevalecen en esta condición liberan toxinas que, a su vez, causan cambios en el sistema inmunitario, induciendo una hiperproducción de células (macrófagos) que liberan sustancias (citocinas) proinflamatorias e infiltran diferentes órganos incluyendo los ovarios.
La inflamación de los ovarios causa una activación prematura y posterior degeneración masiva de pequeños folículos que sirven como reserva de óvulos para crecer, madurar y ovular durante el ciclo menstrual. En el mismo modelo animal (ratón) el reequilibrio de la microbiota intestinal invierte este mecanismo de desgaste prematuro de óvulos.
Además, la proliferación excesiva de las bacterias responsables de la menopausia precoz se puede tratar con antibióticos. Sin embargo, si los excesos alimentarios continuaran, la microbiota intestinal volvería de nuevo a su patrón desequilibrado, y una ingesta de antibióticos prolongada podría causar problemas de salud en las mujeres afectadas.
Mejores dietas para los ovarios
Un estudio de la Universidad Isabel I determinó que una intervención alimentaria puede beneficiara a los trastornos del ovario. "Las dietas con bajo aporte de hidrato de carbonos y alto en proteínas mejoran los marcadores hormonales. Estas dietas confirman la pérdida de peso corporal. Además, las dietas con un aporte de hidratos de carbono de bajo y con un control de los azúcares a través de los alimentos consiguen mejorar los marcadores metabólicos", explicaban.
Igualmente, "se puede concluir que promover un reparto de calorías para que la mayor parte se consuman por la mañana mejora los marcadores hormonales y metabólicos", afirmaban. Las dietas recomendadas en base a los ensayos destacan por ser ricas en frutas, vegetales, cereales integrales y lácteos desnatados, así como su bajo contenido en grasas saturadas, colesterol, cereales refinados y azúcares.
Un posible tratamiento
Afortunadamente, existe otro tratamiento, más sencillo y ya disponible para las mujeres. Se trata de una medicación oral con melatonina que rompe el enlace entre la microbiota intestinal y los daños en los ovarios.
Asimismo, un trabajo reciente, coordinado por un científico y médico granadino Jan Tesarik y publicado en la revista científica International Journal of Molecular Sciences, destaca los efectos antiinflamatorios e inmunomoduladores de la hormona melatonina en los humanos. Según el doctor Tesarik, la melatonina puede romper la cadena causa-efecto implicada en ese mecanismo donde la inflamación generalizada acaba afectando a los ovarios.
"Ya que la melatonina carece de efectos secundarios importantes, incluso en dosis altas, y tiene un modo de aplicación sencillo (vía oral), su utilización preventiva, en mujeres con una predisposición familiar para sufrir una menopausia precoz, así que curativa, para frenar una premenopausia precoz incipiente, debe ser tomada seriamente en cuenta", afirma el experto en declaraciones que recoge Europa Press.