La manzana ha acompañado a la humanidad desde el principio de los tiempos y desde entonces siempre ha estado presente en nuestros fruteros. Originaria de los bosques de Tian Shan, en el límite entre China, Kazajistán y Kirguistán, se extendió por todo el mundo con las expediciones a América. Sin embargo, no es la fruta que más consumimos en España, todavía la naranja y el plátano le sacan algo de ventaja, según los datos del Informe de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, aunque inmersos en la operación bikini y bañador se convierte en una de las aliadas para perder peso.
El refranero ya le dedicó a esta fruta la famosa frase de estar "sano como una manzana" y no es esta una sentencia hecha al azar. De hecho, podríamos pasarnos páginas y páginas hablando de sus muchísimas bondades, pero vamos a centrarnos en algunas, como su potencial para mantener a raya el colesterol y los triglicéridos, regular la actividad intestinal ayudando al organismo a combatir las diarreas, su poder depurativo y también su influencia en el sistema nervioso. Es rica en pectina, un tipo de fibra quemagrasas que se absorbe en el intestino y actúa como una emulsión facilitando la eliminación de las toxinas y la liberación de azúcares.
Por ello, y también porque el azúcar que contienen en forma de fructosa no necesita insulina para llegar a las células, la manzana es una fruta recomendada para las personas diabéticas. El alto contenido en flavonoides es otra de sus cualidades. Investigadores de la Universidad de Edith Cowan, en Estados Unidos, analizaron las dietas de 53.000 daneses a lo largo de 23 años y constataron que las personas que tomaban manzanas y otros alimentos ricos en este componente tenían un menor riesgo de fallecer por enfermedad oncológica o cardíaca. Su aporte en vitamina C, otro antioxidante, cubre el 30% de las necesidades diarias.
¿Cuántas calorías tiene la manzana?
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), la manzana tiene un perfil nutricional muy variado: aporta hidratos de carbono, fundamentalmente en forma de azúcares, y contiene cantidades apreciables de fibra soluble y, sobre todo, insoluble. Volviendo a los flavonoides, esta fruta contiene dihidroxichalconas, que se encuentran en exclusiva en ella y sus derivados. Se localizan fundamentalmente en su piel, aunque también en la pulpa según el tipo de manzana. Asimismo, presenta ácidos orgánicos como el cafeico, p-cumárico, clorogénico, ferúlico, cítrico, málico y ursólico.
La manzana únicamente tiene 53 calorías por cada 100 gramos de porción comestible, según la FEN, un poco más de la mitad de las calorías del plátano, por ejemplo, y prácticamente las mismas que la pera o la piña. Además, tiene 0,3 gramos de proteína y no tiene ni grasas ni colesterol. Cuenta con 12 gramos de carbohidratos y 2 de fibra, además de ser en un 85,7% agua. Destaca su aporte de calcio (6 mg), de yodo (5 mg) y de fósforo (8 mg), pero sobre todo de potasio (120 mg).
Tipos de manzana
La FEN señala que en el mercado español proliferan más de 2.000 variedades de manzana y, entre las que más se consumen, la OCU ha realizado su propia clasificación, atendiendo al color de su piel y dintinguiendo cinco tipos.
-Manzana amarilla. La más económica del mercado y la variedad Golden la más conocida. Se cosecha en septiembre y tiene una pulpa firme, fina, jugosa, dulce y perfumada. Otra de las conocidas son la Verde Doncella, Golden Rose o Chantecler.
-Manzana parda. La más empleada en cocina. La Reina Gris, junto a la Reineta Russet, la Reineta Zabergau y la Canadá Gris forman parte de esta variedad, con pulpa blanco-verdosa, firme y crujiente.
-Manzana verde. Es la más ácida y la más conocida es la variedad Granny Smith, que tiene la piel verde intenso. Posee pulpa blanca, crujiente y jugosa.
-Manzana bicolor. Entre las variedades de esta clase destaca la Fuji, la Royal Gala o la Akane, entre otras. Con pulpa blanca-amarilla, firme, crujiente, jugosa y dulce.
-Manzana roja. Es la variedad más costosa y la más popular de ellas es la Red Delicious, con forma más alargada y de piel áspera, con pulpa dulce, jugosa y aromática.
La manzana puede tomarse sola o acompañando, por ejemplo, a una ensalada, aportando un toque ácido y a la vez muy nutritivo. Al tener una gran proporción de agua y ser tan poco calórica, es una compañera perfecta en las dietas para perder peso rápido. Su fibra, además, contribuye a generar una sensación de saciedad y controlar el apetito mientras que su perfil nutricional nos ayudará a tener vitalidad. Por si fuera poco, ayuda también con la depuración del organismo. Vamos, una fruta para tener siempre en el frutero.
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