A pesar de la vasta experiencia y evidencia existente actualmente alrededor de los diferentes tipos de cáncer, el cáncer de páncreas sigue siendo uno de los más letales, concretamente el adenocarcinoma ductal pancreático: no es de los más frecuentes, pero sí el 4º más letal, con una supervivencia a los cinco años que ronda el 10% de los pacientes diagnosticados. Por tanto, su prevención y tratamiento son esenciales.
La mayoría de los casos de cáncer de páncreas surgen de lesiones precancerosas conocidas como neoplasias intraepiteliales pancreáticas. Se estima que entre el 55-80% de los adultos de más de 40 años poseen estas lesiones silenciosas de bajo grado, y ahora se sabe que determinados factores de estilo de vida pueden activarlas.
Así lo sugeriría un nuevo estudio publicado en Nature Communications: las lesiones pancreáticas precancerosas en ratones, similares a las de los humanos, contienen niveles elevados de un receptor sensible a factores como una dieta rica en grasas, entre otros factores de riesgo.
Así se "activa" el silencioso cáncer de páncreas
El estudio, dirigido por Imad Shireiqi, sugeriría que estas lesiones pancreáticas precancerosas de ratones y humanos contienen altos niveles del receptor transcripcional delta activado por el proliferador de peroxisomas o PPARδ. Este receptor regula la expresión de diversos genes claves en el metabolismo de las grasas, y también en la formación o 'activación' del cáncer de páncreas.
Si se activa PPARδ, se acelera drásticamente la progresión de estas lesiones silenciosas hacia un cáncer de activo, no solo en el páncreas sino también en otros tipos de cáncer gastrointestinal. Sin embargo, como explica Shireiqi, existe información muy limitada sobre el papel de este receptor en el cáncer de páncreas en especial.
La activación de este receptor se ha relacionado con una exposición excesiva a ciertos factores, tanto naturales como sintéticos. Uno de dichos factores sería una dieta alta en grasas, un tipo de alimentación habitualmente asociada a un mayor riesgo de cáncer de páncreas tanto en humanos como animales: los ácidos grasos son activadores naturales de PPARδ.
Otros factores que activarían este receptor serían sustancias como Cardarine (GW501516), un fármaco presente en algunos tipos de suplementos para el ejercicio, cuyo objetivo es aumentar tanto el rendimiento físico como la resistencia. Originalmente, Cardarine se diseñó para alentar al organismo a quemar más grasa y tratar enfermedades como la hiperlipemia o la obesidad. Sin embargo, el desarrollo de este fármaco y otros activadores del receptor PPARδ se ha paralizado durante mucho tiempo dada su relación con posibles efectos secundarios procancerosos.
Sin embargo, y a pesar de que se conoce dicha relación desde 1999, aunque el fármaco no se vende con ese fin, muchos puntos de venta en internet sin regulación sí siguen vendiendo Cardarine en forma de suplementación deportiva. Inicialmente los estudios en ratones parecían ayudar a reducir su fatiga, pero en los medios de comunicación no se habló de sus efectos secundarios como sustancia procancerosa: Cardarine y otros activadores de PPARδ 'ayudan' a las células cancerosas a obtener más energía a través de las grasas, usándolas como fuente de combustible.
Actualmente los factores de riesgo que activarían las lesiones pancreáticas precancerosas siguen estando mal definidos, y los investigadores puntualizan que la mayoría de dichas lesiones jamás llegan a convertirse en cáncer, pero la comprensión de cómo se produce el paso de benignidad a malignidad es crucial para elaborar intervenciones eficaces contra el cáncer de páncreas.
En este caso, el estudio sugeriría que tanto una dieta alta en grasas como factores activadores sintéticos de PPARδ, como Cardarine, serían elementos a evitar. Así mismo, en el futuro, los investigadores pretenden desarrollar algún tipo de bloqueo de la activación de este receptor, además de alentar a la población a reducir su ingesta de dietas altas en grasas, sobre todo en el caso de poseer lesiones precancerosas en gran cuantía.