Un estudio de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, Estados Unidos) ha revelado que comer una mayor proporción de proteínas durante la dieta conduce a mejores elecciones de alimentos y ayuda a evitar la pérdida de masa corporal magra.
Los hallazgos, que se han publicado en la revista Obesity, recogen un análisis de los datos agrupados de múltiples ensayos de pérdida de peso realizados en Rutgers. La investigación muestra que aumentar la cantidad de proteína, aunque sea levemente, del 18 por ciento de la ingesta de alimentos de una persona al 20 por ciento, tiene un impacto sustancial en la calidad de las elecciones de alimentos realizadas por las personas.
"Es algo notable que una ingesta de proteínas ligeramente más alta y seleccionada por uno mismo durante la dieta se acompañe de una mayor ingesta de vegetales verdes y una menor ingesta de granos refinados y azúcar añadido", comenta la autora del estudio, Sue Shapses, según recoge Europa Press.
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Ingerir niveles más altos de proteínas a menudo se asocia con resultados más saludables, pero según los investigadores, el vínculo entre la ingesta de proteínas y la calidad de la dieta es poco conocido.
"El impacto de la proteína dietética autoseleccionada en la calidad de la dieta no se ha examinado antes, hasta donde sabemos, de esta manera. Explorar la conexión entre la ingesta de proteínas y la calidad de la dieta es importante porque la calidad de la dieta a menudo no es óptima los EEUU, y las dietas para bajar de peso ricas en proteínas son populares", ha asegurado Anna Ogilvie, coautora del estudio.
Los datos se han recopilado de más de 200 hombres y mujeres que participaron en ensayos clínicos en Rutgers financiados por los Institutos Nacionales de Salud durante las últimas dos décadas. El análisis de los registros de alimentos y la calidad de la dieta para este estudio fue financiado por el Instituto para el Avance de las Ciencias de la Alimentación y la Nutrición en Washington, DC. Los participantes tenían entre 24 y 75 años de edad y registraron un índice de masa corporal que los clasificaba como con sobrepeso u obesidad.
Los participantes recibieron consejos nutricionales basados en las pautas de la Academia de Nutrición y Dietética y la Asociación Estadounidense de Diabetes. Se les animó a asignar el 18 por ciento de su ingesta calórica a proteínas magras como la carne de ave, carne roja sin procesar, pescado, legumbres y productos lácteos, y a gastar el resto de sus calorías en frutas, verduras y cereales integrales. Se les desalentó de ingerir grasas saturadas, granos refinados, azúcar y sal.
En definitiva, se ha concluido que, los grupos bajos como altos en proteínas perdieron la misma cantidad de peso: alrededor del cinco por ciento de su peso corporal durante seis meses. Los individuos de los grupos con mayor contenido de proteínas eligieron una combinación de alimentos más saludables para comer en general.
Las personas del grupo con mayor contenido de proteínas aumentaron específicamente la ingesta de vegetales verdes y redujeron el azúcar y los granos refinados. Finalmente, los individuos del grupo con mayor contenido de proteínas pudieron retener mejor su masa muscular magra.