Es casi una golosina natural, pero cargada de nutrientes. La mandarina tiene un sabor y una textura que atrae incluso a quienes no son muy amantes de la fruta y es uno de los regalos que trae consigo el otoño. Fruto de diferentes especies de cítricos llamados mandarino de forma común, proviene de las zonas tropicales de Asia y se cree que su nombre se debe al color de los trajes que usaban los gobernantes de la antigua China, conocidos como mandarines. Según el Informe de Consumo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España se consumen al año 6,38 kilogramos de mandarinas por persona.
Su sabor dulce, con muy poca acidez comparada con otros cítricos, y la suavidad de su pulpa son cualidades que juegan a su favor, como también lo son su escaso número de calorías y lo fáciles que son de pelar. No es de extrañar que la mandarina sea una de las frutas preferidas por los niños. Su pulpa está formada por jugo rico en vitamina C, aunque en menor medida que la naranja, y por flavonoides, aceites esenciales y betacaroteno, este último con una mayor presencia que en la naranja. Aporta el 40% de la cantidad de ácido fólico recomendado, así como una gran cantidad de potasio, fósforo, calcio y magnesio, además de fibra que ayuda al sistema digestivo y ácido cítrico que tiene efecto desinfectante.
Entre las cualidades de la mandarina, destaca como aliada del sistema inmunológico por su poder antioxidante y estimulante de las defensas, pero también combate la anemia ayudando a la absorción del hierro aportado por otros alimentos y favoreciendo la producción de glóbulos rojos. Asimismo, su aporte de potasio es muy bien recibido por el sistema cardiovascular y es una fuente natural de fibra que actúa sobre el tránsito intestinal y reduce la absorción de grasas y sustancias tóxicas. Con ácido fólico y vitamina C imprescindibles para las madres gestantes, son igualmente útiles para que los deportistas repongan líquido y minerales. Sus beneficios se completan con su propiedad diurética que contribuye a la eliminación de ácido úrico y alcaliniza la orina evitando infecciones.
Valor nutricional de la mandarina
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN) el valor nutricional por 100 gramos de mandarina es el siguiente:
Calorías: 43 kcal
Proteínas: 0,8 gramos
Grasas totales: 0 gramos
Hidratos de carbono: 9 gramos
Fibra: 1,9 gramos
Agua: 88,3 gramos
Calcio: 36 miligramos
Potasio: 160 miligramos
Magnesio: 11 miligramos
Fósforo: 17,2 miligramos
Vitamina C: 35 miligramos
¿Cuántas calorías tiene una mandarina?
El peso de las mandarinas suele oscilar entre los 50 y los 170 gramos, por lo que estaríamos hablando de 22 a 71 calorías por mandarina, dependiendo de su tamaño, que varía mucho en función de sus variedades. Según esta investigación realizada por científicos de la Universidad de Israel y publicada en 2017, todavía se sabe relativamente poco sobre las características únicas de calidad de esta fruta ni tampoco sobre la gran diversidad de estas entre los diversos subgrupos naturales y variedades.
En todo caso, según la FEN, sus muchas variedades se dividen en cuatro grandes grupos:
-Clementinas. De color naranja intenso, forma esférica aplanada y lo común es que no tengan semillas. Se considera un cruce entre mandarina y naranja silvestre de Argelia.
-Clementinillas. Más grandes de tamaño que las anteriores, con la corteza naranja rojiza y con mucho zumo.
-Híbridos. Frutos de buen tamaño y color naranja rojizo muy atractivo. La pulpa posee gran cantidad de zumo y es abundante en azúcares y ácidos orgánicos. La corteza está muy adherida a la pulpa.
-Satsuma. Originaria de Japón, tiene un aroma exquisito y son frutas de color amarillo naranja o naranja asalmonado, de buen tamaño, forma achatada y con propensión a hincharse la corteza cuando inicia el cambio de color.
La mandarina y los fumadores
La mandarina es una gran aliada de las personas que fuman, teniendo en cuenta que necesitan 35 miligramos más de vitamina C todos los días, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Si bien un hombre necesita 90 miligramos y una mujer 75 miligramos, tendríamos que sumarle ese extra debido a la mayor exposición de los fumadores a los radicales libres. Estas sustancias se forman en nuestro organismo con la descomposición de la comida o la exposición a la contaminación, siendo parte del envejecimiento celular y también del desarrollo de enfermedades graves, por lo que los antioxidantes que aportan las mandarinas son de gran ayuda para contrarrestar su efecto.
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