Quien más, quien menos, todos tenemos un armario de la cocina o de la despensa para almacenar bote de especias y hierbas secas que sirven como condimento. Por lo general, cumplen espléndidamente la función de darle un toque especial a muchos de nuestros platos.
Sin embargo, tener esos ingredientes frescos puede ser mucho mejor, aunque su conservación sea más complicada. Por eso, en este artículo queremos hablarte de algunas de las hierbas más saludables y útiles en la cocina, y que puedes cultivar de un modo muy sencillo en casa para tenerlas siempre a mano.
Albahaca
Es una de las estrellas en muchos platos mediterráneos, en especial en la cocina italiana, gracias a recetas como la salsa pesto o la ensalada caprese. Su cultivo es muy sencillo, y si se congela cuando está fresca se podrá consumir en el futuro sin que casi pierda sus características de sabor, aroma y textura.
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Sus beneficios son muchos y muy interesantes: entre otras cosas, puede ser buena para los trastornos metabólicos. También hay estudios que sugieren que comer hojas de albahaca puede ayudar a controlar los niveles de colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre, y fortalece el sistema inmunológico.
Orégano
Las hojas de orégano frescas son realmente versátiles y pueden utilizarse en muchos platos, entre ellos la pizza, las pastas, el pollo o el pescado. El componente del orégano con mayor beneficio potencial para la salud es el carvacrol, un fenol natural con poder antioxidante.
En un estudio publicado en Journal of International Medical Research, se pidió a un pequeño grupo de participantes que tomaran orégano con cada comida siguiendo los consejos de nutrición. Aquellos que consumieron aceite mostraron una mayor mejora en sus perfiles de colesterol que aquellos que no lo tomaron.
Además, también puede tener propiedades anticancerígenas. Si bien no se han realizado ensayos en humanos, los estudios en animales publicados en Phytotherapy Research sugieren que el carvacrol en el orégano podría resultar útil contra los carcinomas de mama, hígado y pulmón.
Perejil
Una de las plantas más populares en nuestro país y presente en muchas recetas. El perejil es una planta muy aromática que, entre sus propiedades, destaca la de ser una buena ayuda para prevenir la hipertensión. Tal y como han demostrado algunos estudios, puede reducir la presión arterial al eliminar agua del torrente sanguíneo y ensanchar los vasos sanguíneos.
Pero no quedan aquí sus propiedades. Además, es una buena fuente de vitamina K, una vitamina soluble en grasa que es importante para la coagulación sanguínea y la regeneración ósea.
Romero
Del romero, podemos decir muchas cosas. Entre ellas que es una de esas plantas que forman parte del acervo cultural de nuestro país, sobre todo en Andalucía. No podemos dejar de destacar su agradable fragancia y que, a lo largo de la historia, se ha utilizado con fines espirituales y medicinales. Lo cierto es que su composición hace de ella una planta con muchas propiedades.
No solo contiene buenas cantidades de vitaminas esenciales como A, C y B-6, y otros antioxidantes, además de minerales como el hierro y el calcio, sino que es un antiinflamatorio natural y resulta beneficioso para los sistemas inmunológico y circulatorio. Se ha demostrado que su aroma estimula el estado de alerta, la memoria y la cognición, y mejora el estado de ánimo.
Tomillo
El tomillo ha sido apreciado por sus propiedades antifúngicas y antibacterianas durante cientos de años. El sabor mentolado y ligeramente alimonado del tomillo realza los sabores de los alimentos de la misma manera que lo hace la sal, razón por la cual muchos especialistas lo recomiendan como sustituto de la sal en la cocina para ayudar a controlar la presión arterial.
Los estudios apuntan a que su consumo reduce significativamente la presión arterial y puede aumentar el colesterol HDL (bueno) mientras reduce el colesterol LDL (malo) y los triglicéridos. Como otras tantas hierbas y plantas, es rico en vitaminas y minerales como las vitaminas C, A y B-6, así como en calcio, magnesio y manganeso.