Mucho se habla del Omega 3 (EPA y DHA) y cada vez hay más suplementos en el mercado con este ácido graso poliinsaturado. Este ácido graso no puede ser sintetizado por nuestro organismo en cantidad suficiente así que, aquí, la alimentación es crucial. Lo encontramos fundamentalmente en el pescado azul y en los frutos secos. Su función es primordial para nuestro organismo, ya que, en resumidas cuentas, ayuda a mantener el corazón sano y además forma una parte esencial de nuestro cerebro. En concreto, una dieta rica en Omega 3 aporta una serie de beneficios como la regulación de la presión sanguínea y de las enfermedades cardiovasculares, manteniendo una correcta función cerebral así como cardiaca.
La dieta mediterránea, que se basa en el consumo de verduras, cereales, pescados y carne blanca, puede ayudar a reducir el riesgo cardiovascular en un 30%, según la Fundación Española del Corazón. Pero más del 60% de los españoles realiza una ingesta de Omega 3 menor de la recomendada, sobre todo en edades más tempranas, que es justo cuando es importante desarrollar una estrategia de prevención, según explica Rosa Ortega, Catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad Complutense de Madrid, en una revisión sobre los ácidos grasos Omega 3 publicada en Un vaso de ciencia. No hay que olvidar que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España y uno de cada dos españoles mayores de 18 años tiene el colesterol elevado, lo que aumenta el riesgo de padecer estas patologías.
Un vaso de leche con Omega 3 y notarás los beneficios
Es cierto que hay gente que se cuida y, sin embargo, no es consciente de la importancia real que tienen tanto la actividad física como la alimentación y los nutrientes cardioprotectores como el Omega 3. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros organismos expertos, recomiendan el consumo de 250 miligramos al día de Omega 3. Pero, por ejemplo, en el caso de los pescados (la principal fuente de Omega 3), y según datos del Ministerio de Agricultura, su consumo se ha reducido a consecuencia de la crisis económica y las tasas de inflación en España, por lo que la solución para muchas personas con valores normales de colesterol, pero que están preocupadas por la prevención, ha sido cambiar la ingesta habitual de leche entera por semidesnatada o desnatada y, así, reducir el consumo de grasa. Pero esta medida no parece ser efectiva porque la grasa láctea, al contrario de lo que se ha creído durante mucho tiempo, no parece ser perjudicial para la salud cardiovascular.
Para esas personas sin colesterol, pero que quieren prevenir (unos 11 millones de españoles), existen leches enriquecidas con Omega 3 como Puleva Omega 3. Partiendo de la leche desnatada y para sustituir parcialmente la grasa saturada por grasa insaturada (la que ayuda a reducir el conocido como colesterol 'malo') esta leche incorpora Omega 3 junto a ácido oleico y otros micronutrientes. Su nueva fórmula, Proessentia, está enriquecida, además, con extractos vegetales naturales de uva y té verde (pero sin teína), vitaminas y minerales para conseguir una salud cardiovascular más completa. Así que, aparte de regular el colesterol, Puleva Omega 3 Proessentia ayuda a mantener la tensión en niveles normales la tensión al incluir potasio en su receta, los vasos sanguíneos sanos gracias a la inclusión de Vitamina C, la fluidez de la sangre por por su contenido en calcio y a prevenir el envejecimiento celular con la Vitamina E que también forma parte de su formulación.
En resumidas cuentas, un vaso de leche se convierte en un vehículo sencillo para incorporar nutrientes como el Omega 3 en una dieta equilibrada. Y es que simplemente sustituyendo el vaso de leche que tomamos regularmente por uno de Puleva Omega 3, se consigue el 50% de la cantidad diaria recomendada de este ácido graso poliinsaturado, esencial para, al fin y al cabo, cuidarnos y disfrutar de la vida como se merece.