Si hablásemos de nuez moscada, seguramente, gran parte de los lectores sabría con bastante precisión a qué nos estamos refiriendo, ya que se trata de una especia bastante popular en nuestro país. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el macis, a pesar de que proviene de la misma planta que aquella, el Myristica fragrans, el árbol de la nuez moscada.

En realidad, el macis es la capa exterior, llamada arilo, que esconde dentro de sí la semilla de nuez moscada. Cuando el fruto del árbol alcanza la madurez y se abre, ambos, arilo y semilla, quedan a la vista. En la recolección, el arilo se quita a mano, se aplana y se deja secar al aire libre durante casi dos semanas. En este proceso de secado, el arilo pasa de ser color rojo a ámbar, amarillo y marrón anaranjado.

Este producto es originario de Indonesia, desde la que se extendió a otras zonas del planeta. A Europa, llegó en el siglo XII de la mano de los comerciantes árabes y, a partir del siglo XVI, dio el salto hasta el Nuevo Mundo.

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Hoy, se cultiva extensamente, sobre todo, en regiones tropicales, desde China hasta Sri Lanka, el Caribe y América del Sur. Disponible en forma molida y como "cuchillas" secas, a menudo se combina con otras especias aromáticas de hecho, suele ser uno de los componentes de preparados como el curry o el ras el hanout, ocupando un lugar destacado en las cocinas asiática, caribeña, india y marroquí, y, en menor medida, la francesa, la neerlandesa y la británica.

Nutricionalmente, a pesar de provenir del mismo árbol, muestra algunas diferencias con la nuez moscada, con menos calorías, pero una mayor concentración de aceites esenciales, vitamina A, vitamina C, carotenos, hierro y calcio. Veamos cuáles son sus beneficios.

Sistema digestivo

La especia macis ofrece diversos beneficios para nuestro cuerpo y uno de ellos es ayudar a mantener saludable el sistema digestivo. Sus componentes ejercen una acción que puede ser clave para evitar problemas como la hinchazón, el estreñimiento y los gases, así como a mantener una buena regularidad a la hora de ir al baño.

Antiestrés

Una de sus propiedades y, en gran parte, causa de su uso en la medicina tradicional asiática es su capacidad para reducir el estrés, la ansiedad, la tensión y el cansancio mental. La razón la encontramos en sus compuestos fenólicos, una afirmación que ha sido demostrada por la ciencia en algunos estudios.

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Efectos antibacterianos

Entre las propiedades del macis, también encontramos efectos antibacterianos. Su incidencia es especialmente importante en relación con la salud dental. Su consumo no sólo puede ser una buena forma de reducir problemas de mal aliento, sino que se ha demostrado que es efectivo en la protección de la salud de dientes, muelas y encías, así como de calmar el dolor cuando surge algún problema, gracias, precisamente, a su capacidad antibacteriana.

Sistema inmunitario

Entre sus componentes, juega un papel fundamental la vitamina C. Como es bien sabido, esta vitamina es esencial para mantener el sistema inmunitario fuerte y, de esa forma, prevenir ciertas enfermedades comunes. Además, esta vitamina también ayuda a mejorar la capacidad de absorción del hierro de los alimentos de origen vegetal y a producir colágeno para ayudar a sanar las heridas para mantener nuestro cuerpo fuerte y protegido de amenazas externas.

Protege los riñones

Otro beneficio que el consumo de esta especia puede generar en nuestro bienestar está relacionado con la salud renal. En concreto, el macis tiene la capacidad de proteger los riñones, ayudando a prevenir y tratar los cálculos renales y determinadas infecciones. De esta forma, ayuda a mantener los riñones en un buen estado y a que cumplan su importante función con normalidad.