El cáncer de próstata sigue siendo a día de hoy el más prevalente entre los hombres, con alrededor de 30.000 casos anuales en España. Si sumásemos ambos sexos, ocuparía el cuarto lugar en prevalencia, solo superado por los cánceres colorrectales, de mama y de pulmón según datos de la Fundación Fero.
Conocer y aplicar los consejos de estilo de vida necesarios para prevenirlo es por lo tanto una prioridad, y la alimentación, como con otros muchos cánceres, tiene un papel protagonista. Un reciente estudio español publicado en el BJU International ha querido analizar si una dieta adecuada es efectiva para prevenir el cáncer de próstata. Los resultados han sido paradójicos.
Contra todo pronóstico, este nuevo estudio sugiere que seguir una dieta saludable no tiene un efecto cuantificable a la hora de prevenir el cáncer de próstata. Sin embargo, seguir una dieta insana sí aumenta directamente el riesgo de sufrir un cáncer de próstata agresivo.
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Para llegar a tales conclusiones, los investigadores evaluaron las dietas de 15.296 hombres en España, cuyos datos se recopilaron entre los años 1992 y 1996. En total, se identificaron 609 casos de cáncer de próstata tras un seguimiento medio de 17 años.
Se tuvieron en cuenta sus dietas, las cuales se clasificaron como 'dieta occidental', 'dieta prudente' y 'dieta mediterránea':
- La dieta occidental consistiría en un elevado consumo de (1) lácteos ricos en grasa, (2) carne procesada, (3) cereales refinados, (4) dulces, (5) bebidas calóricas, (6) alimentos precocinados y (7) salsas, y un bajo consumo de productos lácteos desnatados y cereales integrales.
- La dieta prudente sería aquella caracterizada por (1) un elevado consumo de lácteos desnatados, (2) verduras, (3) frutas, (4) cereales integrales y (5) zumos.
- La dieta mediterránea se caracterizaría por un elevado consumo de (1) pescado, (2) verduras, (3) legumbres, (4) patatas hervidas, (5) frutas, (6) aceitunas y (7) aceite vegetal, pero con un bajo consumo de zumos.
Según los hallazgos del estudio, no se detectó ningún efecto sobre el riesgo de sufrir cáncer de próstata en el caso de la dieta prudente y la dieta occidental. Sin embargo, sí se detectó que la dieta occidental aumentaría el riesgo de sufrir un cáncer de próstata agresivo.
Como explica Adela Castelló-Pastor, del Instituto de Salud Carlos III y CIBERESP (España), estos resultados indicarían que una dieta basada en ultraprocesados -es decir, alimentos poco saludables- debería evitarse si se quiere reducir el riego de cáncer de próstata agresivo. Así, recomienda sustituir su ingesta por alimentos característicos de la dieta mediterránea para reducir el riesgo tanto de este tumor agresivo como de otros tipos de enfermedades crónicas.
Como ya explicamos recientemente en 'EL ESPAÑOL', sufrir cáncer de próstata ya aumenta por sí mismo el riesgo de otras enfermedades asociadas. Por ejemplo, incrementa hasta un 50% el riesgo de sufrir una trombosis grave los cinco primeros años tras el diagnóstico. Y, a su vez, la trombosis venosa sigue siendo la segunda causa de mortalidad para los pacientes, solo superada por el propio cáncer.
Finalmente, cabe recordar que otros estudios sí apuntan a la eficacia de la dieta saludable para reducir el riesgo de cáncer de próstata. Existen algunos factores de riesgo conocidos, como la edad (más de 40 años), la raza (es menos común entre hombres de ascendencia europea), antecedentes familiares, genética, tabaquismo, obesidad o infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, enriquecer la alimentación en licopeno y selenio parece ser una forma eficaz de prevención.
Según estos trabajos, estos micronutrientes ayudarían a prevenir el cáncer e incluso contribuyen a acelerar la recuperación si se precisa el uso de radioterapia. Aunque los autores hablan de la posibilidad de usar suplementación de estos nutrientes, el licopeno se encuentra en el melón, papaya, uvas, melocotones, sandías y arándanos. Por su parte, el selenio se encuentra en carnes blancas, pescado, marisco, huevos y nueces.