Si bien la carne suele ser más popular que el pescado, este último alimento no tiene nada que envidiarle: contiene un aporte de proteínas muy parecido —incluso, en algunos casos, superior—, muchos minerales y, además, un perfil de grasas saludable. Sí, podemos encontrar pescados con muy poca grasa o con grasas que cuidan del corazón, como el famoso ácido graso omega-3 que se encuentra en muchos pescados azules. Ahora bien, no todo lo que lleva pescado es saludable y muchos productos del súper pueden engañarnos.
¿Cuáles son estos productos? Básicamente, los que han sido manipulados por la industria alimentaria y que debido a ciertos procesos o ingredientes han perdido los beneficios que el pescado aporta a la dieta. Es decir, son ultraprocesados que tienen como materia prima un pescado, que han sido muy modificados y han dejado de ser saludables. Pero, ¿por qué se realizan estas transformaciones en estos pescados? Como en el resto de productos, la industria alimentaria los modifica para mejorar su sabor o su textura.
Sin embargo, los alimentos procesados a base de pescado tienen una peculiaridad y es que se han promocionado durante toda la vida como productos saludables e, incluso, para las personas que quieren perder peso y también para los niños. Por esta razón, es probable que abusemos de ellos durante nuestro día a día pensando que son beneficiosos. En realidad, son alimentos que los médicos aconsejan eliminar de la dieta, aunque sí recomiendan tomar pescado fresco, siempre elaborado en nuestra propia casa.
A continuación, tres pescados con fama de saludables que los médicos piden evitar:
Palitos de cangrejo
No hace mucho tiempo estos palitos eran la opción ideal para montar una ensalada para la cena, pero en realidad no sabíamos de qué estaban hechos. Desde el nombre hasta su aspecto exterior, todo hacía pensar que estaban realmente elaborados con este crustáceo. Pero no es así, en realidad la proporción de cangrejo es muy minoritaria y lo que sí contiene es una buena proporción de surimi, una pasta con una baja proporción de pescado.
En realidad, el surimi está cargado de azúcares añadidos, grasas refinadas y almidones que afectan gravemente a los beneficios del poco pescado que tienen. De hecho, los productos elaborados con surimi son los más procesados y se deberían evitar por completo en nuestra dieta diaria. Al tratarse de una masa espesa, el surimi se puede deformar de muchas maneras y darle otros aspectos, como el de las apreciadas gulas que imitan a las pequeñas angulas.
El salmón ahumado
Este pescado de piel rosada es uno de los que más se consumen en España y que más nos gustan: a la plancha, al horno y, por supuesto, en lonchas ahumadas. Por desgracia, esta última modalidad no es tan saludable como pensábamos. Las lonchas de salmón ahumado siempre se han promocionado como un desayuno saludable sobre una tostada o como un buen complemento para una ensalada verde.
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Sin embargo, la elaboración de este tipo de salmón genera ciertos problemas para la salud. En primer lugar, para elaborar estas lonchas de salmón ahumado los productores utilizan una gran cantidad de sal y su consumo regular aumenta, por lo tanto, el riesgo de hipertensión. En segundo lugar, la exposición del salmón al humo provoca la aparición de aminas que se ha relacionado con más riesgo de cáncer, sobre todo de colon.
Palitos de merluza
Por último, un clásico de la sección de congelados que nos han servido desde pequeños en la mesa: los palitos de pescado. Aunque es muy saludable, no es fácil que un niño pequeño le dé el valor que merece a este alimento y, por eso, sus padres tratan de deslizárselo por la garganta de cualquier manera. Sin embargo, el porcentaje de pescado de muchos de estos productos es más bajo de lo que estos padres piensan al comprarlo.
En concreto, la merluza de muchos de estos palitos terminan al final suponiendo un escaso 55%, pero en algunos casos pueden encontrarse porcentajes menores de pescado. Pero, ¿de qué está formado el resto del alimento? Harinas de trigo u otros cereales, aceites —que en los mejores casos es de girasol, pero puede encontrarse algunos de nabina—, sémolas, almidones, dextrosa —que es un tipo de azúcar—, sal y algunos aditivos.