En España disfrutamos de una gran diversidad de snacks saludables, siendo los frutos secos algunos de los más populares en este aspecto. Sin embargo, como sucede con cualquier alimento, hay que saber elegir: cuanto más natural y menos procesado, mejor. Cabe destacar que existen los buenos procesados, y no siempre se trata de empobrecer la calidad del alimento. Pero hay que ir con ojo.
En el caso de los frutos secos, no son pocos los que acaban convirtiéndose en malos procesados por diversas razones: sal añadida, pases por la freidora o incluso azúcar añadido son solo algunos ejemplos. También los hay tostados, un tipo de "buen procesado", aunque, idealmente, cuanto más natural, mejor. Pero, sobre cualquiera de estos frutos secos procesados, destaca uno sin igual: los cacahuetes fritos con miel.
Recordemos, una vez más, que aunque los cacahuetes son en realidad un tipo de legumbre, comparten muchas de sus características con los frutos secos como nueces, almendras, anacardos y otros. Su riqueza en grasas saludables, por ejemplo, dista mucho de la riqueza en hidratos de otros tipos de legumbre; aunque en ambos casos hablamos de alimentos muy interesantes a nivel nutricional.
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El problema, en el caso de los cacahuetes, es si se modifica su aspecto, textura o sabor con el objetivo de potencial su palatabilidad. Los cacahuetes naturales, con cáscara y sin sal, o como mucho tostados, son una buena opción. Sin embargo, los cacahuetes con sal, cacahuetes fritos, cacahuetes fritos con sal o, en el peor de los casos, cacahuetes fritos con miel, son opciones poco adecuadas.
Este último caso, donde sumamos la fritura, la sal y la miel, potencia de forma significativa el sabor de los cacahuetes, y su palatabilidad: es significativamente más fácil consumirlos en exceso, lo que dará lugar a más perjuicios que beneficios. Se trataría de un alimento ultraprocesado.
Como punto anecdótico, si comparamos valor calórico entre los cacahuetes naturales o tostados, y los cacahuetes salados y con miel, precisamente estos últimos poseen menos calorías. Sin embargo, como sucede en muchos otros alimentos, las calorías no lo son todo: el origen alimentario es lo que cuenta, y no solo el número calórico como tal.
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En el caso de los cacahuetes naturales hablamos de grasas saludables de origen vegetal, como pasa con el aguacate o las semillas, ambos ejemplos de productos densamente calóricos, pero también muy interesantes a nivel nutricional, y los cuales no han demostrado colaborar con el aumento de peso o el riesgo cardiovascular sino al revés.
Sin embargo, cuando la densidad calórica procede de otros orígenes, como el azúcar añadido, o las frituras con aceites refinados, como es el caso de los cacahuetes fritos con miel, la historia cambia: se han relacionado, en ambos casos, con obesidad, diabetes, hipertensión y aumento del riesgo cardiovascular en general. Recordemos que la miel, por muy natural que sea su origen, es un 80% de azúcar, y su pico glucémico se verá potenciado por la misma fritura que acompaña a estos cacahuetes.
Por otro lado, y recordando esta diferencia calórica, cabe recordar el potecial palatable de los ultraprocesados: un alimento natural, rico en grasas y proteínas como los cacahuetes, suele ser mucho más saciante en menor cantidad; de forma natural, tendemos a consumir menos.
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Sin embargo, si a dicho alimento se le añaden otros nutrientes externos, como la fritura, la sal, la miel, o los tres de forma simultánea como es el caso comentado hoy, la palatabilidad se potencia en gran medida. Como consecuencia, y de forma casi involuntaria, consumiremos mucha más cantidad en comparación al mismo alimento pero de origen natural.
Como conclusión, tanto en el caso de los cacahuetes como en cualquier otro fruto seco o snack, no solo cuenta el alimento, sino también su procesado y su cantidad. Las actuales guías nutricionales aconsejan consumir alrededor de 20-30 gramos diarios de frutos secos (incluyendo los cacahuetes), para mantener una buena salud cardiovascular y un peso corporal estable. Si nos pasamos de esta cantidad de forma continuada, y además añadimos otros nutrientes poco saludables, perderemos cualquier posible beneficio.