Vivir muchos años y con la mejor calidad de vida posible es el objetivo del ser humano. Pero seguir trabajando en el mismo oficio durante toda la vida, incluso después de cumplir los 100 años, es tarea ímproba. Este es el hito vital que ha marcado el doctor Howard Tucker, neurólogo en Cleveland, Ohio (EEUU), y oficialmente el "médico en activo más antiguo del mundo" según el Libro Guinness de los Récords.
Recientemente, para marcar el hito de sus 75 años de profesión, el Dr. Tucker ha compartido los 5 consejos de salud que considera imprescindibles para envejecer con salud y mantener la actividad cotidiana. La genética y la suerte importan, subraya, pero los hábitos de vida saludables son indispensables si queremos optar a ser centenarios.
Su esposa Sara "Sue" Siegel, con la que contrajo matrimonio en 1975, no le va a la zaga: sigue practicando el psicoanálisis y la psiquiatría a los 89 años, tras 65 años de carrera. La pandemia de Covid-19 no frenó a Tucker, que siguió tratando a sus pacientes incluso al ritmo de cinco o seis días a la semana, además de atender en tutoría a médicos residentes hasta tres veces semanales.
[El sencillo hábito que alarga la vida a las personas mayores aunque se haga una vez al mes]
Por otro lado, cuando no trabaja, intenta pasar el máximo tiempo posible con sus cuatro hijos y sus diez nietos, además de pasear por la nieve o ver deportes. Por todos estos motivos, el Dr. Tucker aconseja retrasar la jubilación, siempre y cuando se tenga la suerte de tener una trabajo con el que disfrutemos y que podamos seguir practicando en la vejez. Jubilarse vuelve inactivas a muchas personas, lamenta, aumentando su riesgo de deterioro cognitivo.
Seguir en forma
A sus 100 años, el Dr. Tucker sigue practicando deporte, aunque en menor cuantía que en décadas previas. Hasta bien entrada la década de sus 80 años, practicaba natación, carrera y esquí.
Actualmente ya no esquía y es menos activo, pero sigue tratando de caminar al menos cinco kilómetros diarios en su cinta de correr y a un ritmo acelerado. Según los datos de los que disponemos actualmente, una caminata de al menos 15 minutos diarios al aire libre es capaz de reducir el riesgo de mortalidad casi un 25%.
No fumar
Tucker confiesa que coqueteó con el tabaco en la década de 1930, en la escuela secundaria, cuando los peligros del tabaquismo no eran evidentes. Sin embargo, su padre lo disuadió con la siguiente frase: "¿Por qué alguien querría poner algo más que aire fresco en sus pulmones cuando la vida es tan corta como ya es?".
Tucker recuerda haber estado en reuniones médicas con muchos de sus compañeros fumando, mientras les decían a sus pacientes que fumar "frena el apetito y calma los nervios". Hoy en día se sabe que fumar provoca multitud de dolencias, como diversos tipos de cáncer, derrames cerebrales, infarto cardíaco y enfermedades pulmonares, entre muchas otras.
No ponerse límites
El Dr. Tucker defiende la moderación como pilar básico de la vida, para evitar caer en el exceso y perjudicar nuestras vidas a largo plazo. Él mismo admite consumir "algún martini de vez en cuando" y "un filete de lomo al estilo neoyorquino", pero no a diario. Según explica, tanto su esposa como él siguen una dieta sana y variada, incluyendo vegetales en cada comida, como ensaladas, brócoli o coles de Bruselas.
Según explica, el verdadero secreto de la longevidad es que "no hay secretos". Pero vivimos a diario, y morimos solo una vez, por lo que debemos aprovechar al máximo el tiempo que tenemos.
No desperdiciar el conocimiento
Para finalizar, Tucker considera que compartir sus conocimientos también contribuye a su larga esperanza de vida. Habiendo ejercido la neurología durante más de siete décadas, explica, ha podido ver la evolución de la medicina desde las lobotomías hasta las nuevas técnicas de imagen computerizadas.
Como explica, disfruta mucho enseñando a residentes y estudiantes, y también aprende de ellos. Además, ha participado en un documental sobre su propia vida producido por uno de sus nietos, compartiendo con gran placer todas sus historias.