Podríamos parafrasear al Rey León para describir superficialmente al natto: "viscoso, pero sabroso". Este alimento japonés, todavía poco conocido en España, despierta reacciones encontradas entre aquellos que lo han probado por su fuerte olor, parecido al amoníaco. Sin embargo, que se haya convertido en la estrella del algoritmo de TikTok ha aumentado su demanda. Y detrás de su aspecto poco apetecible, puesto que se trata de una bomba de nutrientes que conviene tener en cuenta.

Conscientes de que los superalimentos como tales no existen, hay alimentos con un perfil nutricional más completo a cambio de menos calorías. El natto es un plato tradicional preparado a base de soja fermentada, cuyas habas se han expuesto a la bacteria Bacilus subtilis, culpable de que desarrollen una baba viscosa y un fuerte olor característico. Habitualmente se come como desayuno en el norte del país nipón y le agregan mostaza y salsa de soja, acompañándolo de arroz en blanco.

El 62% de los japoneses afirmaron en una encuesta realizada por Nifty, una plataforma de gestión de proyectos, que sí les gustaba el natto. Sin embargo, el 13% afirmó que aun con todas sus cualidades no eran capaces de comerlo por la repulsión que les generaba. Que algunos famosos, como la cantante Lizzo, hayan compartido en sus redes sociales su experiencia con este superalimento, explica que haya personas de todo el mundo probándolo por primera vez durante estas semanas.

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El natto es alimento milenario. El profesor de historia japonesa en el Pomona College de Claremont (California), Samuel Yamashita, explicaba a la BBC que hay documentos de su introducción en Japón desde China durante el período Nara, entre el 710 y el 784. Se hizo popular entre aristócratas y guerreros en el período Kamakura, entre 1192 y 1333. Fue entonces cuando se convirtió en un plato fundamental, junto al tofu, en la cocina vegetariana de inspiración budista entre los siglos XIV y XV, antes de aparecer en los recetarios del período Edo (1603-1867).

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Propiedades y beneficios del natto

Su principal baza nutricional reside en la vitamina K2, con predominancia de menaquinona-7. Tiene además otras vitaminas como la riboflavina o vitamina B2, aminoácidos esenciales, minerales como el calcio o el fósforo, y natoquinasa, una enzima que actúa como anticoagulante y que se está investigando como un potencial protector frente a la degeneración celular que produce el Alzheimer. Uno de los beneficios que se relacionan con el natto es su poder anticoagulante, mejorando el flujo sanguíneo y reduciendo el riesgo de accidentes cardiovasculares.

Un estudio que se realizó a largo plazo en Tokio reveló que las personas que comían todos los días esta soja fermentada veían reducido hasta en un 10% el riesgo de morir por un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco. Estimula además el rejuvenecimiento celular de la piel, sus ácidos grasos ejercen una acción antiinflamatoria y protectora frente a la resistencia a la insulina, además de mejorar los procesos digestivos y ayudar a combatir la obesidad. El natto está valorado también como una fuente de probióticos naturales.

En los últimos años, el interés nutricional de este alimento ha ido en aumento al relacionarse también con la reducción de hasta un 80% de la pérdida de masa ósea en mujeres después de la menopausia. Tiene la capacidad de proteger los huesos de la osteoporosis por su alto contenido en vitamina K, un nutriente liposoluble que influye en la maduración de la osteocalcina, la proteína implicada en la unión del calcio a la matriz ósea. Así lo respalda un estudio colaborativo de varios centros médicos universitarios de Japón, publicado en Journal of Nutrition.

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Finalmente, como anticipábamos antes, los investigadores están centrados ahora en el estudio de la natoquinasa y su relación con el Alzheimer. Se trata de una enzima -una sustancia que regula y produce reacciones químicas indispensables para la vida- que descubrió Hiroyuki Sumi, del Departamento de Fisiología del Miyazaki College de Japón. En este caso es específica del natto y destaca por ser un potente fibrinolítico, con capacidad para romper la fibrina, la proteína de la coagulación en la sangre.

Un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry ha ahondado en las propiedades de la natoquinasa relacionada con el tratamiento de patologías derivadas de desórdenes inflamatorios y envejecimiento, como es el caso del Alzheimer. Así, tendría la capacidad de degradar las beta-amiloides, proteínas que forman placas o depósitos densos que se acumulan en los cerebros de las personas con esta enfermedad y dañan las conexiones neuronales.

¿Cómo tomar natto?

El natto puede prepararse en casa, remojando durante un día entero las habas de soja, hirviéndolas y agregándoles el fermento o, en su defecto, un puñado de natto ya elaborado, para dejarlas fermentar al menos un día. Sin embargo, la dificultad de encontrar todos los ingredientes y, sobre todo, controlar las temperaturas precisas, hace que lo más recomendable sea comprarlo ya preparado para comer.

Se vende en tiendas de alimentación asiática y algunos supermercados con precios que van desde los 3 euros por 100 gramos, incluyendo en ocasiones la mostaza picante y la salsa de soja. En el caso de personas con patologías circulatorias, se recomienda que consulten con su médico antes de incorporar este alimento a su dieta.

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