Cada vez que en España acudimos al supermercado, uno de los productos que no suelen faltar en el carro de la compra son las latas de conserva. Para que se haga una idea, en 2022 se llegaron a vender un total de 27 millones de latas de atún, según los datos de la organización Opagac, que agrupa a la flota atunera española. Sin duda, el producto fresco siempre tendrá más beneficios que uno en conserva, aunque esto no significa que no sean saludables.
Las conservas de legumbres, por ejemplo, pueden ser grandes aliadas de una dieta saludable, puesto que en su interior contienen nutrientes fundamentales para la salud, además de que duran mucho tiempo. En cambio, también hay algunas que encontramos en el 'súper' y no deberíamos adquirirla con mucha frecuencia.
Es el caso del chopped que se vende en lata. Así es, este embutido, que habrá quien asocie a su infancia, hay que evitarlo a toda costa, según los médicos, ya que en la mayoría de las ocasiones está elaborado con carne de cerdo, que puede proceder de cualquier parte de su anatomía.
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De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado el chopped en lata como una carne procesada cancerígena debido a que suele realizarse con descartes de carne. En este sentido, según el Ministerio de Agricultura, estamos ante un "producto cárnico cocido de forma cilíndrica y distintos tamaños, más grueso y de sabor menos graso que el salchichón".
También añade que el chóped "suele contener" carne de cerdo, aunque puede ser también de ternera e incluso podemos encontrar en el mercado alimentos denominados como chóped que incluyen en su composición otros tipos de carne como ingredientes.
Respecto a la valoración nutricional, parece bastante obvio que el chóped no es un alimento recomendable, al menos para un consumo habitual. Rico en grasas, y en proteínas, tiene sustancias no nutritivas como el fósforo, la niacina y la tiamina, además de un elevado contenido en sodio.
Aunque tiene menos calorías que embutidos como el salchichón, es mucho más rico en hidratos de carbono, lo que lo hace desaconsejable para cualquier persona preocupada por su peso. De hecho, tampoco se recomienda comer chopped durante el embarazo debido a que puede aumentar el riesgo de contraer toxoplasmosis. Se trata de una enfermedad parasitaria que puede ser muy peligrosa para el feto, por lo que es mejor evitar el riesgo comiendo otro tipo de alimentos durante el embarazo.