A pesar de ser un alimento poco común en muchas dietas y mucho menos conocido que otras hortalizas como las espinacas, los espárragos, los calabacines o la lechuga, el cardo posee propiedades beneficiosas para la salud y un alto valor nutricional. La variedad más común en la cocina es el Cynara cardunculus, que forma parte de la familia de las asteráceas y es una planta perenne que se caracteriza por tener hojas grandes y tallos largos. En ocasiones, estos tallos pueden presentar pequeñas espinas, por lo que es importante tener precaución al plantarlo y recolectarlo.

Del cardo y de sus beneficios sabían nuestros antepasados, como demuestra que civilizaciones como la griega, persa y romana ya consumían el cardo de manera habitual, lo que en algunos lugares hace de ella un ingrediente fundamental en sus cocinas tradicionales. Requiere un suelo rico en nutrientes y no tolera las temperaturas excesivamente bajas, por lo que es un producto típico de climas templados. En el caso de nuestro país, se cultiva, sobre todo, en Aragón, Navarra, La Rioja y la Comunidad Valenciana.

Se trata un ingrediente versátil que se adapta perfectamente a guisos y otros platos calientes. Una excelente combinación es con almejas o berberechos, aportando un sabor único. Además, es una guarnición ideal para platos de pescado como merluza o bacalao. También se destaca como complemento en sofritos para platos de legumbres, como potajes o diferentes preparaciones de los clásicos garbanzos, lentejas o alubias. De esta forma, el cardo se convierte en un elemento culinario muy apreciado en diversas preparaciones, añadiendo su sabor distintivo y complementando una variedad de platos con su presencia especial.

Beneficios para la salud

El cardo posee numerosas propiedades beneficiosas para la salud. En 100 gramos de este producto encontramos 23 kilocalorías, 4 gramos de hidratos carbono, 1,5 gramos de proteína, 1 gramo de fibra, 183 gramos de vitamina B3, 114 miligramos de calcio, 94 miligramos de fósforo, 1 miligramo de ierro, 0,25 miligramos de carotenoides, 0,4 miligramos de manganeso, 0,1 miligramos de vitamina C y sobre todo agua, mucha agua. Como señala en su guía el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, "el cardo se asemeja, en la composición nutritiva, a la alcachofa".

Conociendo estos datos, podemos asegurar que el cardo, con su sabor distintivo y versatilidad culinaria, no solo añade un toque especial a nuestros platos, sino que también aporta una serie de beneficios para nuestra salud.

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Estimula el funcionamiento del hígado y la digestión. Al igual que otras hortalizas, como la alcachofa o la endibia, el cardo contiene cinarina, una sustancia que estimula la vesícula biliar y descongestiona el hígado. Además, su contenido en inulina, una fibra abundante, favorece la digestión y estimula el apetito, ofreciendo un suave efecto laxante.

Reduce los niveles de colesterol. La inulina presente en el cardo forma geles viscosos en el intestino, los cuales ayudan a fijar la grasa y el colesterol, reduciendo así su absorción en el organismo. De esta manera, el consumo regular de cardo puede contribuir a mantener niveles saludables de colesterol en sangre.

Mejora las digestiones. El cardo, al igual que otros vegetales de sabor amargo como la alcachofa o la berenjena, favorece la función hepática y de la vesícula biliar, mejorando la digestión. La cinarina estimula la secreción de bilis, esencial para el procesamiento de las grasas, mientras que la inulina promueve la digestión, estimulando el apetito y actuando como un suave laxante.

Previene enfermedades. El consumo regular de cardo se ha asociado con la prevención de diversas enfermedades. Su contenido en inulina ayuda a prevenir el estreñimiento y los trastornos asociados, como el dolor abdominal y las hemorroides. Además, su capacidad para reducir los niveles de colesterol y regular el azúcar en sangre lo convierte en una opción segura para personas con hipercolesterolemia o diabetes.

Tiene efecto diurético y depurativo. Gracias a la cinarina, el cardo actúa como un diurético natural, promoviendo la eliminación de líquidos a través de la orina. Esto puede resultar beneficioso para casos de cálculos renales, retención de líquidos e hipertensión.

Ayuda en el control del peso. Si estás buscando perder peso, el cardo puede ser un gran aliado. Con su bajo aporte calórico y su contenido en fibra, que proporciona sensación de saciedad, el cardo te ayudará a controlar tu apetito y reducir la ingesta de alimentos.