La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) está investigando hasta cuatro casos de botulismo que han sido notificados en por el Sistema de Alertas de Salud Pública. Dos de estos casos tienen un vínculo común probable: unas tortillas de patata envasadas de diferentes supermercados. El botulismo es una intoxicación producida por la toxina que produce la bacteria Clostridium botulinum y que, en los casos más graves, puede llegar a ser mortal.
En este sentido, se ha conocido que las tortillas envasadas de la marca blanca de Ahorramas que la compañía retiró hace unos días de forma cautelar, tal y como explicó EL ESPAÑOL, han tenido relación con este incidente. Los casos se han dado en varias comunidades autónomas y, por esta razón, la AESAN se ha puesto en contacto con sus servicios de salud pública para unir fuerzas en la detección precoz de nuevos casos sospechosos de botulismo si se producen.
"Al menos tres de los casos confirmados y en uno de los probables la empresa que elabora las tortillas es la misma. Hasta la fecha no se ha podido establecer una evidencia, ni en los productos ni en los procesos, que relacionen causa efecto. No obstante, se continúan las investigaciones con la colaboración de la empresa de producción", ha explica la AESAN en su página web. Las comunidades autónomas, además, se encuentran investigando las relaciones entre los productos y los casos.
En un comunicado remitido a EFE, el Grupo Palacios solicita "a todos aquellos que hayan adquirido uno de estos productos (Chef Select, Auchan, Eroski, Unide, Consum, DIA, Ametller, Condis, El Corte Ingles, Carrefour, Alipende y Rikissimo) se abstengan de consumirlo y procedan a su devolución al punto de venta en el que lo adquirieron, donde será reembolsado su importe".
La empresa dice también haber decidido "voluntariamente, por precaución, retirar de los lineales de los puntos de venta la tortilla de patatas envasada fresca al plato producida en la fábrica de Mudrian, así como detener temporalmente su fabricación".
Extremas precauciones
La toxina botulínica crece con mayor facilidad en productos envasados al vacío y almacenados por encima de los diez grados centígrados. Se trata de una sustancia muy peligrosa porque, tal y como explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), "no se puede ver, oler ni percibir el sabor de la toxina, pero probar incluso una pequeña cantidad de alimentos con esta toxina puede ser mortal". Esta enfermedad se considera una urgencia médica, es decir, que debemos recibir la antitoxina en un hospital lo antes posible si la estamos padeciendo.
[El peligro desconocido de las conservas: ni se ve, ni se huele y tampoco se percibe por el sabor]
¿Qué síntomas experimenta una persona que padece botulismo? Puede aparecer dificulta para la deglución, visión borrosa y también doble, cansancio, vómitos, diarreas e, incluso, algunos más extremos como la paralización progresiva de los músculos, problemas de respiración, que pueden conducir a una parada cardiorrespiratoria. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre el 5% y el 10% de las personas que padecen botulismo mueren a causa del mismo.
Por esta razón, la farmacéutica especializada en seguridad alimentaria, Gemma del Caño, ha recordado en su perfil de Twitter que los productos como las tortillas de patatas envasadas deben mantenerse siempre refrigeradas y que no se consideran conservas. "En verano las intoxicaciones alimentarias son más frecuentes, es necesario tener precaución extra", explica la experta. No sólo el botulismo preocupa en esta estación y es que otras bacterias como la salmonela puede aparecerpueden aparecer en nuestras tortillas de patata si no se manipulan como es debido.