Los españoles consumimos, según los últimos datos oficiales, unos ocho kilos de media de pescado por persona al año. Somos uno de los países de tradición marinera donde más se consume este alimento, junto a Japón y Noruega. Sus beneficios son múltiples: desde un menor índice de sobrepeso a la disminución del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y crónicas. La pega, en algunos casos, es su contenido en metales pesados.
Los peces de agua salada y dulce, así como las conservas que se elaboran con ellos, son la primera fuente de contaminación por mercurio (Hg), un metal pesado que está presente tanto por la acción humana sobre el medio ambiente como por causas naturales. Su forma metilmercurio (MeHg) es un potente neurotóxico que podría llegar a causar daños en nuestro sistema nervioso, incidiendo principalmente en las épocas de crecimiento.
Por ese motivo, tanto embarazadas como lactantes o niños pequeños -e incluso hasta la adolescencia- tengan que prestar una atención especial al pescado que consumen de forma más habitual. Un estudio publicado recientemente por la Revista Española de Salud Pública y realizado por investigadores de la Comunidad Valenciana ha determina cuáles son los pescados que aportan más mercurio a nuestro organismo y también los que menos.
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Aunque se aprecia un ligero descenso interanual de la concentración del metal en los ejemplares, hay tres grupos que presentan un mayor riesgo de intoxicación. El primero es el que conforma el pez espada y el emperador, con los niveles más elevados, llegando a 0,80 mg/kg aunque registrando un descenso desde hace una década.
El atún y los niños
Después aparece el grupo del atún y el bonito fresco, con 0,48 miligramos por cada kilo de alimento y también en tendencia decreciente. Finalmente completa el podio el atún en lata, con 0,28 miligramos, una concentración notablemente menor. No obstante, al ser uno de los alimentos más consumidos en nuestro país y con fama de ser saludable, también es el responsable de la exposición al metilmercurio en niños en un 27,6%. Cada español consume de media 0,40 kilos de atún y bonito fresco, y 2,02 kilos de atún en lata cada año.
Los humanos estamos expuestos al mercurio principalmente a través de nuestra dieta, acumulándose más en aquellas especies que ocupan los últimos eslabones de la cadena trófica: los peces depredadores, de mayor tamaño y/o más longevos, tienen las concentraciones más altas de metilmercurio porque acumulan el que ya ingieren de sus presas. La Unión Europea ha publicado un reglamento el pasado año con el objetivo de proteger a los grupos más vulnerables, emitiendo recomendaciones para mantener los beneficios de la ingesta de pescado protegiendo contra la toxicidad.
Cuántas raciones podemos tomar
En el estudio de biomonitorización, los científicos analizaron muestras de sangre, orina y cabello de cerca de 2.000 adultos españoles y concluyeron que las concentraciones más altas de mercurio están en las regiones costeras. La Encuesta de Nutrición de la Comunidad Valenciana, que analiza la exposición a contaminantes, destaca que hasta un 8,5% de los adultos y un 12,3% de los niños tiene una ingesta de metilmercurio superior a la que se da por tolerable semanalmente.
Desde 2019, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), que depende de varios ministerios como Consumo, Sanidad y Agricultura, Pesca y Alimentación, establece unas recomendaciones en este sentido. En la última revisión, instaba a incluir a los niños menores de 10 años en el grupo que debería evitar tomarlos, junto a los menores de 3 años, mujeres embarazadas o que estén buscándolo, además de aquellas mujeres que están en período de lactancia.
La agencia recuerda que el riesgo de contaminación por metales pesados se produce por bioacumulación, puesto que el organismo no los elimina. La recomendación que está en vigor aconseja tomar un máximo de una ración a la semana de atún u otros pescados con altos niveles a partir de los diez años y hasta los 14 años, aconsejando a partir de ahí unas tres o cuatro raciones alternando pescados blancos y azules.