Si has intentado mejorar la manera en la que comes, seguro que has empezado por echar a tu carrito de la compra más vegetales. Has hecho bien: uno de los consejos más repetidos por los médicos para mejorar nuestra salud en cualquier momento de la vida es incluir más verduras, frutas, frutos secos, legumbres y cereales integrales en la dieta. Sin embargo, es posible que al empezar a hacerlo no te hayas sentido tan bien como esperabas. Que hayas experimentado más gases de lo normal o tu vientre hinchado como un globo.

Estos gases se producen cuando el intestino no absorbe alguna sustancia a través de los alimentos, llega al final del intestino y ahí las bacterias la fermentan. Con frecuencia, esto sucede con los alimentos ricos en fibra alimentaria, pero no es tan malo. Al no absorberse, la fibra es capaz de atrapar el exceso de azúcares o de grasas en el intestino, mejora el tránsito e, incluso, pueden evitar la entrada de microorganismos en el cuerpo. Ahora bien, además ciertos azúcares de los vegetales pueden tener este efecto en algunas personas.

"Se nota que hemos perdido cierta capacidad para procesar los alimentos vegetales, a muchos de nosotros nos dan demasiados gases las legumbres o nos sientan mal algunos vegetales", explicaba en este artículo de EL ESPAÑOL Francisco Guarner, digestólogo del Hospital Vall d’Hebron. Guarner explica que esto se debe a la pérdida de variedad genética en la microbiota intestinal de los habitantes de los países occidentales en las últimas décadas. En cualquier caso, los gases también pueden tener su origen en otros factores.

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Comer demasiado deprisa, mientras hablamos o abusar de las bebidas con gas son ciertas situaciones que pueden estar detrás de la hinchazón del vientre. En cualquier caso, saber qué alimentos son los que peor nos sientan puede ahorrarnos este malestar. Cada persona puede experimentar estos síntomas con diferentes alimentos, pero existen algunos a través de los que es más frecuente hacerlo. A continuación, cuatro alimentos populares en España que suelen causar hinchazón:

Los edulcorantes

Los sustitutos del azúcar parecían la solución milagrosa al altísimo consumo de este ingrediente que hacemos a través de los ultraprocesados. Sin embargo, el sueño de seguir comiendo nuestros alimentos dulces preferidos sin ningún tipo de consecuencias parece que no es real, de momento. Aunque estos productos no tienen calorías, sí que se han observado inconvenientes tras su consumo y, uno de ellos, es que producen gases.

Jacqueline Wolf, gastroenteróloga y profesora asociada de Medicina en la Universidad de Harvard, explica en este artículo para la NBC que es mejor evitarlos. "Evita los alcoholes de azúcar [o polialcoholes] (los productos que terminan en -ol) como el sorbitol, el manitol, el xilitol o el eritritol. Producen gases y con frecuencia hinchazón porque no podemos descomponerlos", explica la experta, aunque recomienda la stevia como alternativa.

Los garbanzos

Es posible que las legumbres produzcan gases en el intestino, pero esto no debería ser un problema a no ser que sean demasiado molestos. Si bien los superalimentos no existen, Miguel Ángel Martínez-González, epidemiólogo y experto en la dieta mediterránea, explica que las legumbres es lo que más se asemeja a este concepto. Son ricas en proteínas, en minerales y en vitaminas. Pero también contienen una alta proporción de fibra.

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Esta gran cantidad de fibra provoca que las legumbres, en general, sean un alimento que produzca gases a un gran número de personas. Sin embargo, también contienen otra sustancia, que se llama rafinosa, y que es un tipo de azúcar que el cuerpo tiene dificultades para descomponer. Por tanto, este azúcar resistiría intacto hasta los últimos tramos del intestino y ahí sería fermentado por las bacterias de la microbiota, generando gases. 

La coliflor

El que avisa no es traidor, y la coliflor ya advierte de sus intenciones cuando se cuece. Esto se debe a que esta verdura tiene un compuesto llamado glucosinolato, que contiene azufre, y que se transforma cuando se cuece. Los glucosinolatos se transforman en isotiocianatos, que rápidamente se expanden por la cocina porque son muy pequeños y volátiles. En cualquier caso, los gases que produce no tienen tanto que ver con esto.

En realidad, los gases que produce la coliflor —y también el brócoli o el repollo, que tienen un olor igualmente desagradable al ser cocidos— están originados por la alta cantidad de fibra que contiene. Si bien esta verdura contiene más de un 92% de agua en su composición, algo más de un 2% está formado por fibra. 

Las coles de Bruselas

Estos pequeños vegetales tienen fama en todo el mundo de provocar gases e, incluso, hinchazones de lo más desagradables. Tienen casi el doble de fibra que la coliflor y, como explica la Fundación Española de Nutrición (FEN), "el contenido en fibra insoluble es elevado, lo que favorece la sensación de saciedad y el tránsito intestinal, con lo que mejora el estreñimiento". Sin duda, parte de los gases que produce se explican por la fibra, pero no toda la culpa es de ella.

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Wolf sostiene que estas pequeñas verduras portan unas sustancias conocidas como fructanos y galactanos y que con frecuencia aumentan la posibilidad de que nos produzcan gases. Se trata nuevamente de unos carbohidratos que pueden permanecer intactos durante la digestión y que, como consecuencia, terminarían por ser descompuestos por las bacterias del intestino. La reacción, como siempre, produciría los molestos gases.