Una de las etapas de la vida que mayor felicidad genera al común de los mortales es la infancia. Ser niño es sinónimo de ausencia de preocupaciones, de libertad y también de falta de obligaciones. Sin embargo, también se relaciona con algunas costumbres que luego, de mayores, vamos perdiendo. Una de ellas son las famosas meriendas.
Según informa el Libro Blanco sobre Meriendas Infantiles, cerca del 80% de los menores de 12 años comen a media tarde al menos una vez a la semana. Una cifra considerablemente alta, ya que como indican los especialistas, lo correcto es realizar cinco comidas al día. Seguramente sea la merienda una de las que mayor placer genera.
Para muchos menores, la merienda perfecta es el bocadillo. Así lo afirma Ramón de Cangas, el doctor en dietética y nutrición que se encuentra liderando el proyecto del Libro Blanco sobre Meriendas Infantiles. Sin embargo, la merienda más repetida en España, en muchas ocasiones, se convierte en una elección que no es la más correcta para la salud.
El bocata de embutido, el más deseado y el menos recomendado
El bocadillo de embutido, para muchos, el de toda la vida, es la opción preferida para la mayoría de los niños españoles. A pesar de que cada vez surjan más alternativas, los más pequeños apuestan por lo clásico y por los sabores de casa para la media tarde. El estudio realizado por Ramón de Cangas y reflejado en el Libro Blanco sobre Meriendas Infantiles muestra que este tipo de bocatas son la opción preferida para la mitad de niños menores de 12 años.
Concretamente, un 49,9% apuesta por esta opción. Sin embargo, esta elección contrasta mucho con la segunda, que es la bollería industrial y las galletas con un 37,1%. Uno de los aspectos más preocupantes es la falta de productos sanos en estas meriendas. Solo el 7,3% apuesta por alimentos como la fruta o el yogur para su comida de media tarde.
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Los niños de 6 años son los que más meriendas consumen o los que lo hacen de una manera más frecuente. Además, las zonas de España en las que más se merienda son en el sur y en el centro peninsular. Este completo informe ha sido elaborado por cinco expertos, quienes han consultado una batería de 176 artículos especializados tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Esta iniciativa ha contado con el apoyo de la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos, la cual denuncia que los niños mayores de 7 años casi no apuestan por productos como el yogur y lo hacen más por las galletas, los sándwiches o la bollería.
El estudio arroja otra información adicional y es que las meriendas a base de bocadillos de embutido son consumidos varias veces en semana por los más pequeños. Algunos de ellos lo hacen incluso a diario. Los expertos realizan algunas valoraciones en paralelo a estos datos y es que, aunque consideran el bocadillo una buena opción para las meriendas, sobre todo si se compara con la bollería, es necesario consumir pan de buena calidad y embutidos de cierto nivel.
Por ello, los nutricionistas recomiendan que, en caso de optar por estas meriendas basadas en embutidos y no en alimentos más sanos como la fruta o la leche, se potencie la calidad de los productos para intentar que estos sean algo más saludables.
¿Cuál es la opción más saludable para las meriendas?
Este informe también constata que los niños más pequeños, entre los 3 y los 6 años, realizan meriendas más sanas. El 41,4% de los formantes de este grupo toman yogur una vez a la semana, mientras que si se habla de niños de 7 a 12, el porcentaje baja hasta el 32,4.
En el caso de la fruta, el 45,5% de los más pequeños optan por esta opción. Además, se afirma también que la mayoría de los menores no toma las cinco piezas de fruta recomendadas al día por los médicos y nutricionistas. Además, en este sentido, los consejos se alejan de los bocadillos de embutidos y se acercan más a productos de la dieta mediterránea así como lácteos y frutos secos.
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Por último, Ramón de Cangas identifica varios perfiles nutricionales en los niños de España en cuanto a sus meriendas. Destaca que hay algunos menores que toman una elevada ingesta proteica y una baja ingesta de hidratos de carbono. Otros directamente abusan del consumo de grasas.
Además, alerta de que la ingesta de calcio y vitamina 'D' se encuentra en fase decreciente con el paso de los años. La última conclusión del estudio es que no hacer las cinco comidas diarias aumenta el riesgo de sobrepeso al igual que caer en 'picoteos' entre horas de alimentos poco saludables.