Durante los últimos años, el ayuno intermitente ha ido cobrando gran popularidad entre la población general. Si bien es cierto que existen muchos tipos diferentes de ayuno, algunos más fáciles de alcanzar y otros significativamente complicados, aquellos que implican un ayuno de 12 a 16 horas son los más populares.
Sin embargo, pocos se paran a analizar la cara contraria del ayuno: la ventana de tiempo que dedicaríamos a consumir alimento, y no solo la cantidad de horas que pasamos en ayuno. En este aspecto, un nuevo estudio llevado a cabo por el King's College de Londres, cuyos resultados se han presentado en la Conferencia Europea de Nutrición de Belgrado.
Recordemos que el ayuno intermitente implica alternar períodos de ayuno y períodos de consumo de alimento, siendo el método más popular el conocido como 16/8, donde se consume alimento en una ventana temporal de 8 horas, mientras que se ayuna las otras 16 horas. Así mismo, existen otras alternativas de métodos de ayuno, como el 14/10 o el 12/12, ayunando hasta 14 o 12 horas, respectivamente.
De hecho, existen incluso alternativas con mayor rango de duración, incluyendo días enteros (lo que conlleva un ayuno de 24 horas completo), o el popular método 5:2, donde se consume alimento sin restricciones durante 5 días de la semana, alternados con 2 días con muy escaso contenido calórico, de apenas 500-600 kcal en todo el día. De hecho, este último ejemplo habría demostrado caracterizarse por una mayor adherencia dietética, en comparación a otros métodos de ayuno e incluso respecto a otros protocolos alimentarios, como ya explicamos en 'EL ESPAÑOL'.
El mejor intervalo
En el caso del nuevo estudio, los investigadores realizaron un ensayo con 37.545 participantes que usaron una aplicación de salud llamada ZOE. Durante la prueba de tres semanas, se pidió a los participantes consumir una dieta habitual durante la primera semana, y que posteriormente limitasen el consumo alimentario a un periodo de 10 horas en las siguientes dos semanas. Es decir, un ayuno 14/10, con 14 horas de ayuno y tan solo 10 horas como ventana temporal para poder consumir alimentos.
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Tras el período de prueba, 36.231 participantes cumplimentaron las dos semanas adicionales. Y, del total de participantes, 27.371 usuarios fueron clasificados como "muy comprometidos", siendo el 78% mujeres.
Según los investigadores, aquellos participantes que obtuvieron más beneficios del ayuno fueron los que tenían un período de alimentación más prolongado incluso antes del ensayo. Y, como era de esperar, aquellos que fueron más consistentes con su ventana de alimentación de forma continuada.
Gran estudio
Como explica la Sarah Berry, autora principal del estudio: "Este es el estudio más grande fuera de una clínica estrictamente controlada que muestra que el ayuno intermitente puede mejorar la salud en un entorno del mundo real. Es realmente emocionante que los hallazgos muestren que no es necesario ser muy restrictivo para ver resultados positivos: un período de alimentación de solo diez horas, manejable para la mayoría de las personas, mejoró el estado del ánimo, los niveles de energía y la sensación de hambre de los participantes".
Por otro lado, Berry también puntualiza que se confirmó que aquellos participantes que practicaban una restricción temporal inconsistente, es decir, que no mantenían de forma continuada y diaria la misma ventana temporal de consumo de alimentos, tampoco obtenían los mismos efectos positivos para la salud que los que sí realizaban el mismo tipo de ayuno todos los días.
Aunque hace no muchos años se creía que las horas de consumo de alimentos no importaban, este nuevo estudio confirmaría de nuevo que dicha creencia era un error, como comenta otra de las investigadoras responsables del estudio, Kate Bermingham.
"Este estudio se suma al creciente conjunto de evidencia que muestra la importancia de cómo se come. El impacto de los alimentos en la salud no es solo lo que se come, sino el momento en el que se elige consumir los alimento, y la ventana de alimentación sería un factor importante a tener en cuenta. Esto puede ser beneficioso para la salud, y la evidencia muestra que no necesitamos estar comiendo todo el tiempo. Muchas personas pueden sentirse saciadas e incluso perderán peso si restringen su consumo alimentario a un período de solo diez horas", explica la experta.