El kimchi es un alimento conocido en Asia, aunque su origen real es coreano. Se elabora salando y fermentando verduras con diversos aromas y condimentos como cebolla, ajo y salsa de pescado. Entre los vegetales usados para su elaboración se encuentran el repollo y el rábano, lo que hace que el kimchi sea un alimento bajo en calorías, rico en fibra, y muy adecuado para el microbioma intestinal gracias a su riqueza en vitaminas y polifenoles.
Ahora, un gran estudio publicado en BMJ Open apunta a que el consumo de kimchi a largo plazo explicaría en parte los beneficios para la salud y la longevidad de las poblaciones que lo consumen con frecuencia. Lo conseguiría contribuyendo a facilitar la pérdida de peso. Tomar hasta tres raciones de kimchi de forma diaria, sostienen los autores, sería la clave para reducir la obesidad.
Estudios previos realizados en animales han demostrado que las bacterias aisladas del kimchi, Lactobacillus brevis y Lactobacillus plantarum, poseerían potencial contra la obesidad. Por dicho motivo, los investigadores responsables del actual estudio quisieron indagar y confirmar si el consumo habitual de este fermentado asiático tendría un efecto similar en humanos. Especialmente en la grasa abdominal, la más relacionada con los perjuicios para la salud.
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Para llegar a esa conclusión se basaron en datos de 115.726 participantes (36.756 hombres y 78.970 mujeres) del estudio Health Examinees (HEXA), un gran estudio comunitario a largo plazo realizado a partir del Estudio de Epidemiología y Genoma de Corea. Este último se diseñó para evaluar los factores de riesgo ambientales y genéticos de afecciones comunitarias a largo plazo entre los adultos coreanos mayores de 40 años.
La ingesta dietética de los participantes se evaluó mediante un cuestionario validado de frecuencia alimentaria de 106 items, en el cual se solicitó a los participantes que indicasen con qué frecuencia consumían una porción de cada alimento, desde 0 a 3 al día.
En este estudio en particular se centraron en el consumo de kimchi total, incluyendo baechu (kimchi de repollo), kkakdugi (kimchi de rábano), nabak y dongchimi (kimchi aguado), y otros, como el kimchi de hojas de mostaza. Una porción de kimchi baechu o kkahdugi pesa 50 g, mientras que una porción de kimchi nabak o dongchimi pesa 95 g.
Se midieron la altura, peso, Índice de Masa Corporal y la circunferencia de cintura de cada participante, definiéndose un IMC normal entre 18.5 y 25. La obesidad abdominal se definió como una circunferencia de cintura de 90 cm para hombres y 85 cm para las mujeres. En este caso, el 36% de los hombres y el 25% de las mujeres eran obesos.
Según los resultados del estudio, el consumo de hasta 3 raciones diarias de este alimento fermentado se asociaría con una prevalencia de obesidad un 11% menor en comparación al consumo de menos de 1 porción diaria. En los hombres, consumir 3 o más porciones diarias de kimchi baechu se asoció con una prevalencia un 10% menor de obesidad y de obesidad abdominal.
En las mujeres, 2-3 raciones diarias de kimchi baechu se asoció con un 8% menos de obesidad, y 1-2 porciones diarias se asociaron con una prevalencia de un 6% menor de obesidad abdominal. Consumir 25 g/día en hombres y 11 g/día en mujeres de kimchi kkakdugi se asoció con un 8% y un 11% menor de obesidad abdominal, respectivamente, en comparación con no tomar nada.
Como limitaciones del estudio, cabe destacar la naturaleza observacional del estudio, por lo que no es posible establecer una clara causa-efecto. Además, los cuestionarios de frecuencia de consumo alimentaria pueden tener errores, y tan solo se tuvo en cuenta un año de consumo (el año previo al estudio). Así mismo, recordemos que la población analizada es muy específica, dado que solo se tuvieron en cuenta datos de población coreana.
Finalmente, los investigadores señalan que hay que vigilar el contenido de sal habitual del kimchi, aunque el potasio presente en las verduras fermentadas necesarias para su preparación pueda ayudar a contrarrestar sus efectos. Aún así, los resultados indican una curva "en forma de J", lo cual implica que hasta ciertas cantidades, el consumo de kimchi puede ser beneficioso, pero su consumo excesivo puede disparar los perjuicios. La dosis sería clave en este caso.