A la increíble edad de 111 años, John Alfred Tinniswood no solo se destaca por haber vivido eventos históricos cruciales, de hecho, nació el mismo año en el que se hundió el Titanic, sino que ahora también lleva el título de ser el hombre más longevo del mundo, tras el fallecimiento de Juan Vicente Pérez.
Este logro no es meramente un dato biográfico; representa un testimonio vivo de la capacidad humana para la supervivencia y adaptación a través de las más variadas circunstancias históricas, incluyendo dos guerras mundiales y varias pandemias globales. En la tranquila residencia de ancianos en Southport (Reino Unido), este hombre continúa su rutina diaria que combina nutrición balanceada, actividades mentales y sociales, contribuyendo así a su bienestar general y longevidad.
Aunque Tinniswood menciona la suerte como un factor significativo en su longevidad, es imposible subestimar la influencia de su régimen alimenticio, particularmente su consumo semanal de pescado con patatas fritas, que él mismo confesó a Guinness World Records que es su rutina en la cena de cada viernes.
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La investigación científica ha resaltado consistentemente los beneficios del consumo regular de pescado, rico en ácidos grasos omega-3, que son esenciales no solo para la salud cardiovascular, sino también para la función cognitiva y la reducción del deterioro relacionado con la edad. Diversos estudios han evidenciado que los nutrientes encontrados en el pescado pueden mejorar la memoria y la agilidad mental en personas mayores.
Además, el pescado es una fuente importante de proteínas de alta calidad, esenciales para la preservación de la masa muscular y la prevención de enfermedades osteoarticulares en la vejez. Los ácidos grasos que contienen cuentan con propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras que pueden desempeñar un papel crucial en la prevención de enfermedades crónicas y degenerativas, factores clave en la mejora de la esperanza y calidad de vida en las etapas avanzadas de la vida.
Más allá del pescado
La moderación, un tema recurrente en los consejos de Tinniswood, se alinea con lo aprendido sobre la salud y el bienestar. Este enfoque de vida no solo evita la sobrecarga en los sistemas corporales, sino que también promueve un equilibrio mental y emocional. La ciencia apoya esta visión, mostrando que un estilo de vida equilibrado puede reducir significativamente los riesgos de enfermedades crónicas y aumentar la longevidad. La capacidad para mantener la moderación, incluso en las actividades diarias, puede ser tan determinante para una vida larga como los factores genéticos o ambientales.
Las patatas fritas que acompañan el pescado en las cenas semanales de este hombre de récord son más que un simple acompañamiento en la gastronomía británica, el famoso fish & chips; también aportan beneficios nutricionales cuando se consumen con moderación. Las patatas son una buena fuente de fibra dietética, especialmente si se consumen con piel, lo que ayuda a mejorar la digestión y prolonga la sensación de saciedad, contribuyendo a la regulación del peso.
Además, son ricas en vitamina C, un potente antioxidante, y en potasio, que es esencial para la función muscular y nerviosa, así como para mantener la presión arterial saludable. Al ser cocinadas mediante fritura, las patatas también pueden proporcionar cantidades significativas de energía gracias a su contenido de grasas, que es crucial para individuos de edad avanzada, quienes a menudo tienen necesidades calóricas más elevadas para mantener su masa muscular y sus funciones corporales.
No obstante, el consumo de patatas fritas requiere cautela debido al riesgo de formación de acrilamida, un compuesto potencialmente dañino que se produce cuando los alimentos ricos en almidón se cocinan a altas temperaturas. La acrilamida ha sido vinculada con un mayor riesgo de cáncer en estudios con animales, y aunque la evidencia en humanos sigue siendo limitada, la prudencia sugiere moderar su ingesta. Tinniswood parece adherirse instintivamente a este principio de moderación; limitando su consumo de patatas fritas a una vez por semana, reduce su exposición potencial a la acrilamida, sin renunciar al placer de su plato favorito.
Este equilibrio no solo permite disfrutar de los beneficios nutricionales de las patatas, sino que también minimiza los posibles efectos adversos de su preparación, demostrando una vez más cómo la moderación es clave en la dieta de los individuos más longevos. “Si bebes demasiado, comes demasiado o caminas demasiado; si haces demasiado de algo, eventualmente sufrirás”, le dijo a la BBC en una entrevista. Puntualizando que nunca ha fumado y bebe solo ocasionalmente, evidenciando así el poder de la moderación.