El atún es uno de los alimentos más habituales en las despensas de media España. Se trata de un producto que, tomado al natural, cuenta con muy pocas calorías y es rico en proteínas, vitaminas y ácidos grasos omega-3. Sin embargo, el consumo de atún trae aparejado un problema que no todo el mundo conoce: el mercurio

Precisamente, el atún ha sido uno de los temas que ha tratado el nutricionista Pablo Ojeda en el programa Más vale tarde, en La Sexta. "Entonces, ¿podemos decir que el atún es un producto calórico?", le ha preguntado la presentadora Cristina Pardo. Ojeda ha negado la mayor y ha explicado que existe cierta polémica alrededor del consumo de este pescado.

"[El atún] es muy interesante a nivel proteico. Es de los alimentos que más proteína tiene. Sí es verdad que existe cierta controversia con este atún que tengo aquí, el atún rojo", ha dicho el especialista. Ojeda ha explicado que los peces más grandes "se van comiendo pescados más pequeños" y, fruto de la contaminación del mar, "acaban acumulando mucho mercurio".

¿Qué cantidad podemos tomar a la semana entonces? Según el nutricionista, lo recomendable es tomar como máximo "un filete de atún rojo [como máximo], ojo" a la semana. En lo referido al atún en lata, el experto ha explicado que dependerá de nuestra dieta y de si hemos comido atún rojo previamente o no.

"Si te has tomado ya el atún rojo, no deberías tomar más latas. Y si no, puedes tomar aproximadamente… Yo que soy un tío de 80 kilos, puedo tomar entre siete u ocho latas. Un hombre o mujer de 60 kilos nos vamos a unas cinco o seis" a la semana. 

El mercurio es un metal pesado que llega hasta nuestros alimentos debido a su presencia natural en la corteza terrestre y como resultado de la actividad humana. De hecho, tal y como explica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, "la forma en la que principalmente se encuentra presente en los pescados se denomina metilmercurio". 

¿De qué manera puede afectar al organismo? Principalmente puede perjudicar el sistema nervioso central en desarrollo, tanto por exposición directa tras el consumo de ciertos alimentos como indirectamente al atravesar la placenta. "Por ello, las mujeres embarazadas, o que estén planificando estarlo, así como aquellas en periodo de lactancia, junto con los niños de menor edad, constituyen la población más vulnerable al mercurio", dice la Aesan. 

Así, los peces más grandes como el pez espada y el emperador, el atún y el bonito frescos, y el atún en lata, por ese orden, son los pescados en los que podemos encontrar una mayor cantidad de mercurio. En cualquier caso, tal y como avisa la Aesan, comer pescado en España es completamente seguro y saludable.

"En la legislación alimentaria europea existen límites máximos de mercurio que son de obligado cumplimiento y que, controlados por las autoridades sanitarias, garantizan un consumo seguro de alimentos por la población", dice la agencia de seguridad alimentaria. "El consumo de pescado conlleva, además, efectos beneficiosos para la salud ya que aporta energía, es una fuente de proteínas de alto valor biológico y contribuye a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D. También tiene un buen perfil lipídico proporcionando ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, que es un componente de los patrones dietéticos asociados con la buena salud, y pocos ácidos grasos saturados", finaliza.