Aunque siempre se suele hablar de realizar tres grandes comidas al día, y como mucho dos comidas más en forma de snacks entre cada una de ellas, la realidad es que hoy en día las variaciones alrededor de estos horarios son muy diversas. Culturalmente, el consumo de tres grandes comidas al día sigue siendo lo más habitual alrededor del mundo, pero en el mundo occidental es también habitual el consumo de snacks "entre horas".
Para muchos, llega un momento de la tarde donde es difícil no picar algo, llegando a notar cansancio y falta de concentración. Y lo más habitual es acabar tomando algún snack poco saludable, rápido, y fácil de consumir. Sin embargo, la mejor opción es disponer de snacks que favorezcan la salud y no al revés, como explica la Dra. Elana Clar, MD, de New Jersey Brain & Spine: lo mejor es tomar snacks que favorezcan la salud cerebral cuando notemos falta de concentración, algo que a su vez reducirá el riesgo de acabar sufriendo deterioro cognitivo en el futuro.
Como explica Clar, hay un snack que siempre lleva consigo durante el trabajo: "Siempre tengo cajas de arándanos, moras y frambuesas en mi pequeño refrigerador del trabajo".
Según explica la neuróloga, existen varias razones para tener a mano bayas como snack saludable. Por un lado, se satisface el antojo por la comida dulce pero de forma saludable, a diferencia de los snacks ultraprocesados cargados de azúcar añadido, los cuales han demostrado ser perjudiciales para la salud cerebral tanto a corto como a largo plazo, además de relacionarse con un deterioro de la función cognitiva y un peor rendimiento de la memoria.
Por otro lado, el consumo regular de bayas se ha relacionado con la protección frente al deterioro cognitivo. Según Clar, una de las principales razones que explicarían esto sería el alto contenido en antioxidantes de esteos alimentos, los cuales ayudan a reducir la inflamación cerebral y a combatir el daño celular.
Si no somos amigos de las bayas, la Dra. Clar también tiene consejos sobre snacks saludables en general para poder poseer un cerebro saludable. En este caso, recomienda el consumo de alimentos reales e integrales, eliminando totalmente el consumo de ultraprocesados; como bien explica, los alimentos más saludables son los que no necesitan una etiqueta nutricional: frutas, verduras, garbanzos tostados condimentados con especias, palomitas de maíz hechas con freidora de aire... son solo algunos ejemplos de estos snacks, ricos en nutrientes y saludables para el cerebro.
Por su parte, también nos recuerda que comer snacks es más saludable que no comer nada, al menos para nuestro cerebro: los estudios sugieren que el consumo de snacks saludables se asocia con una mejor salud mental y ayuda a mantener una dieta saludable en general. Por su parte, pasar hambre puede provocar falta de energía y confusión mental. Eso sí, siempre eligiendo los snacks más adecuados.
Así mismo, cualquier combinación de snacks saludables sería buena opción, y no es necesario simplificar y focalizarse en las bayas. Los estudios también sugieren que el consumo de pescado, legumbres, verduras de hoja verde, hortalizas y frutos secos se relacionaría con una mejor salud mental, por lo que combinar frutos del bosque con un puñado de frutos secos sería buena opción. De hecho, el omega-3 naturalmente presente en los frutos secos en general, y las nueces en particular, se ha relacionado con una mejor salud cerebral.
En realidad existe una gran variedad de alimentos que favorecen la salud en general, y la salud cerebral en especial. Los frutos rojos, por ejemplo, son un buen ejemplo de alimento rico en antioxidantes que no requiere ninguna preparación. Multitud de frutas, verduras, frutos secos y semillas comparten la misma característica, o requieren una mínima y rápida preparación. La clave, según Clar, es saber elegir los alimentos más ricos en nutrientes y antioxidantes, que sean a su vez bajos en azúcar y aditivos.