Esta es la pasta para vivir más de 100 años que recomiendan los expertos en longevidad: desconocida en España

El interés por investigar los hábitos de vida que ayudan a alcanzar la longevidad con un buen estado de salud no ha hecho más que acrecentarse en los últimos años. Vivir más allá de los 100 años sin arrastrar enfermedades crónicas es posible y además se puede conseguir de forma natural, tal y como parecen demostrar las conocidas como Zonas Azules de la longevidad en el mundo.

Una de dichas zonas, la vecina isla italiana de Cerdeña, parece aunar algunos de los hábitos saludables que se relacionarían con la larga vida de los centenarios. La dolce vita italiana tendría su máximo esplendor, y probablemente su forma de alimentarse también tiene mucho que ver.

Según el Dr. Giovanni Mario Pes y sus colegas, investigadores centrados en la longevidad, ser felices y productos serían dos características comunes a los centenarios de Cerdeña, especialmente en las ciudades de Ogliastra, Barbagia di Ollolai y Barbagia di Seùlo, donde se concentran la mayor parte de sus centenarios.

[Este es el pan que comen a diario en la isla italiana con más supercentenarios: desconocido en España]

Es cierto que la genética tiene cierto impacto en la longevidad. Sin embargo, Pes explica que este parámetro apenas representa el 20-25% de las diferencias en la esperanza de vida, mientras que el resto lo determinarían el ambiente y las costumbres. Hábitos que podemos controlar, en definitiva, hasta cierto punto.

Algunos de estas recomendaciones son sobradamente conocidas, como mantener un cierto nivel de actividad física diario y constante, unos fuertes vínculos familiares y sociales o un significativo sentido de la espiritualidad. y por supuesto, una buena dieta.

Así, los sardos no son fanáticos ni de la comida rápida ni de la conocida como 'Dieta Occidental'. Tradicionalmente, los centenarios de esta Zona Azul mediterránea se han alimentado con ingredientes de cultivo local y combinaciones sencillas de productos de temporada elaborados en sus propias cocinas.

Mantenerse fieles a sus tradiciones culinarias ha tenido un efecto positivo en su cuerpo y en su bienestar vital, dado que basan su dieta en platos frescos y caseros, sin aditivos ni conservantes para sus propias preparaciones de pan o pasta, como el pane pistoccu o el coccoi. Una de sus tradiciones pasa por tomar una o dos copas de vino tinto local Cannonau con un poco de pan y queso como celebración y festividad.

Comen carne solo cuatro o cinco veces al mes, y la mayoría de sus proteínas provienen de las legumbres, las cuales a su vez son ricas en fibra y otros nutrientes. De hecho, una forma de evitar la tentación de consumir comida rápida es preparar recetas fáciles como la sopa minestrone -como ya comentamos en su momento en EL ESPAÑOL- o la pasta fagioli sarda.

La pasta de la longevidad

Recetas como la pasta fagioli destacan por su riqueza en sabor y nutrientes, siendo su base las legumbres como las alubias, ricas en fibra, proteína y carbohidratos complejos de absorción lenta. Aunque existen varias formas de preparar este plato, un buen ejemplo de receta incluiría cebolla, alubias blancas, apio, calabacín, ajo, tomates, perejil, caldo de verduras, ditalini o pasta de codo, sal, pimienta y queso pecorino.

Su preparación requiere tiempo, pero es simple:

- Lavar y remojar las alubias durante 2 horas, para posteriormente enjuagarlos y hervirlos hasta dejarlos semitiernos.

- Añadir el resto de ingredientes, excepto la pasta, incluyendo el caldo de verduras. Dejar en cocción al menos 2-3 horas más hasta que las alúbias estén tiernas, agregando el caldo que sea necesario.

- Cocinar la pasta por separado hasta que esté al dente, para posteriormente escurrirla y dejarla enfriar.

- Finalmente, mezclar la pasta con las alubias, y añadir queso pecorino al gusto.