Los 4 alimentos que debes eliminar de tu dieta en España si quieres vivir 100 años según el sabio de la longevidad
- Estos alimentos que son muy frecuentes en la dieta occidental son realmente difíciles de encontrar en los lugares donde más centenarios viven.
- Más información: Los seis mandamientos de los expertos en longevidad para llegar a los 100 años: ignorados en España
Ser centenario es cada vez menos extraño, pero esta población todavía crece muy poco a poco. Si bien no sabemos exactamente cómo llegar a los 100 años, parece que los hábitos cotidianos tienen mucho que ver en ello. Así lo piensa Dan Buettner, que ha dedicado su carrera como periodista y explorador de National Geographic a convivir con las personas más longevas del planeta. Y el experto sostiene que es precisamente el ambiente en el que viven lo que hace que estas personas vivan hasta una edad tan avanzada.
Estos ambientes específicos son las zonas azules, lugares en los que se concentra una mayor cantidad de personas que superan los 100 años. ¿Qué caracteriza a estos lugares? Por lo general, suelen ser comunidades muy unidas, con bajos niveles de estrés, que practican dietas saludables y ejercicio físico.
Buettner destacó un total de cinco zonas azules en todo el mundo: Cerdeña, en Italia; Okinawa, en Japón; Loma Linda, en California; la isla de Ikaria, en Grecia; y Nicoya, en Costa Rica. De la misma manera que sucede en estas zonas azules, Buettner propone en varios vídeos de su perfil de Instagram que modifiquemos nuestro ambiente y lo transformemos en una especie de zona azul particular.
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Para empezar, deberíamos llenar nuestra casa de alimentos saludables, como las legumbres, los frutos secos o las frutas, y dejar fuera todos aquellos que no nos hacen bien. "Las dietas de las zonas azules no son restrictivas y de vez en cuando te puedes permitir un capricho, pero si evitas que en tu casa haya alimentos insanos puedes reducir un 80% su consumo", apunta.
Refrescos dulces
Pero, ¿cuáles son estos alimentos que Buettner considera tan malos? El primero de ellos son los refrescos azucarados, que según explica son la principal razón de que la dieta en Estados Unidos sea tan rica en azúcar refinado. Ahora bien, los españoles también tenemos una asignatura pendiente con estos productos. Según el Informe de Consumo Alimentario en España 2023 que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en ese año cada español tomó casi 36 litros de gaseosas y bebidas refrescantes.
El consumo frecuente de estos refrescos se ha relacionado con múltiples daños a la salud. Por supuesto, estos refrescos se han relacionado con más caries, pero también contribuyen al aumento de peso. Los refrescos se han asociado con la enfermedad cardiovascular, tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, pero también con problemas de salud para el cerebro. Este artículo publicado en The American Journal of Clinical Nutrition explica que los refrescos azucarados se han relacionado con más casos de demencia.
Aperitivos salados
El segundo artículo que Buettner no deja entrar en su casa son los aperitivos salados entre los que cuenta a las patatas fritas, pero también otros como las galletas saladas o los quicos. Por desgracia, es especialmente difícil escapar de estos aperitivos porque suelen estar en cada bar al que vamos a tomar algo con amigos. Tal y como explica este artículo de EL ESPAÑOL, se calcula que cada español come casi un kilo de aperitivos cada año y, por eso, tenerlos en casa es todo un peligro.
La cardióloga estadounidense de la Clínica Mayo, Elizabeth Klodas, advierte en ese mismo artículo de que estos aperitivos salados no tienen ni fibra ni nutrientes, pero sí que son una gran fuente de sal. Klodas asegura que el exceso de sodio de la sal puede provocar importantes consecuencias para la salud, como un incremento de la tensión arterial y, por tanto, aumentar nuestro riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Chuches y embutido
El tercer alimento que Buettner se niega a tener en casa son las chucherías. Aunque no son tan populares en el día a día de los adultos, las chucherías representan un bocado dulce en exceso y que puede tener un importante impacto en la salud si las tenemos de manera permanente en nuestra casa. Su efecto a largo plazo es similar al de los refrescos azucarados, la Universidad de Harvard sostiene que puede acabar derivando en un síndrome de hígado graso.
Por último, el experto en longevidad también mantiene fuera de su casa las carnes procesadas y este es, probablemente, el tipo de alimentos con el que los españoles podemos tener más problemas. En nuestro país, el jamón, en todas sus variantes, se considera como un alimento saludable. Sin embargo, tal y como recuerda Dan Buettner, "la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha metido a estos productos en la misma categoría que los cigarrillos, al ser ambos conocidos carcinógenos".