España está en buen camino para vencer el tabaquismo pero no es suficiente: los médicos piden "más ambición"
- El proyecto de real decreto que está en audiencia pública elimina los sabores en los vapers e introduce el empaquetado neutro del tabaco.
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El proyecto de real decreto para regular vapers y bolsas de nicotina, que acaba de poner en audiencia pública el Ministerio de Sanidad, es un paso adelante para luchar contra el tabaquismo en España pero los médicos piden más ambición e igualar estos productos al tabaco convencional.
La norma busca regular el cigarro electrónico sin nicotina y otros productos como las bolsas de nicotina y productos a base de hierbas, estableciendo requisitos de seguridad, etiquetado y comercialización.
Además, introduce el empaquetado genérico del tabaco, es decir, establece una apariencia uniforme tanto en el envasado de cigarrillos como el tabaco de liar, con un único color y sin nada que pueda aumentar el atractivo del producto por su diseño.
Por otro lado, limita el uso de aromatizantes en los vapers: prohíbe los sabores artificiales y solo permite el propio sabor del tabaco como medida para evitar su atractivo entre los más jóvenes.
El periodo de aportaciones está abierto desde el pasado 21 de noviembre y durará hasta el próximo 13 de diciembre. El borrador final, presumiblemente, será aprobado en Consejo de Ministros en los próximos meses.
Esta norma forma parte del ambicioso Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, una de las grandes iniciativas de la cartera dirigida por Mónica García en esta legislatura, que también busca, entre otras cosas, la limitación de los espacios para fumadores en entornos públicos.
Los médicos consideran estas medidas un avance pero "nosotros pensamos en una ley más ambiciosa, que incluya la creación de unidades especiales para atender el tabaquismo y que estos nuevos dispositivos se regulen todavía más", opina Maribel Cristóbal, coordinadora del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
Cristóbal se muestra preocupada porque "los nuevos dispositivos son súper atractivos para los jóvenes: vapers, bolsas de nicotina... La industria dice que no se dirige a ellos pero se venden al lado de los caramelos".
Consumo dual: tabaco y vapers
La neumóloga señala que no se restringen los establecimientos de venta de estos productos y que el empaquetado genérico solo afecta al tabaco convencional pero no a los nuevos dispositivos.
Por ejemplo, las bolsas de nicotina —una variación del snus pero sin tabaco, que consiste en sobres que se colocan entre la encía y el labio superior— son relativamente recientes en nuestro país "y pedimos que se retiren del mercado, o que solo se venda en expendedurías de tabaco".
Cristóbal recalca que estos productos "no son tratamientos para dejar de fumar: al final, el fumador acaba teniendo un consumo dual, de tabaco convencional y nuevos dispositivos", y considera que se debe avanzar en la meta de un país libre de tabaco subiendo el precio a estos productos.
Por su parte, Noa Rey, farmacéutica y secretaria del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, considera que el nuevo proyecto normativo "recoge bastante bien la mayoría de peticiones y consideraciones que hemos hecho tanto desde nuestra organización como desde otras afines".
Ve de forma positiva que el real decreto "ayudará a la desnormalización del consumo de tabaco", sobre todo entre los más jóvenes, algo crucial pues una persona que no ha fumado antes de los 18 años es poco probable que se convierta en un fumador diario.
"Los cigarrillos electrónicos se están vendiendo en quioscos, en tenderetes en los pueblos, etc." La experta considera que no se debería permitir la venta a menores de estos productos. "Con otras drogas lo tenemos claro: no se puede vender alcohol o cigarros convencionales a menores de 18 años.
Al no contener tabaco o nicotina, estos productos no se igualan al cigarro convencional, por lo que su venta no está restringida, pero los médicos apuntan que son igualmente perjudiciales. "Estos productos no pueden estar al alcance de los niños porque no son inocuos. Lo que demuestra que van dirigidos a ellos son los sabores, que el real decreto pretende regular: piruleta, chicle, palomitas... Eso los hace muy atractivos".
Hay expertos, con todo, que apuntan que hay matices. Son los que hablan de la 'reducción de daños', esto es, que el uso de vapers es menos perjudicial que el tabaco convencional o ayuda en la transición hacia su abandono.
Citan, por ejemplo, al doctor Konstantinos Farsalinos, que ha estudiado el uso de sabores en los cigarrillos electrónicos. "El uso bien regulado de los sabores puede y debe ser considerado como una herramienta valiosa para prevenir la enfermedad y salvar las vidas de fumadores adultos que no pueden o quieren abandonarlo por su cuenta o con otros métodos aprobados", señala en un informe.
Un estudio liderado por él que encuestaba a casi 70.000 adultos que han consumido cigarrillo electrónico apuntaba que los sabores (principalmente, frutas, pastel y chocolate/caramelo) "fueron considerados los más útiles para abandonar el tabaco".
El propio Farsalinos, profesor del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Ática Occidental (Grecia), señala que no tiene conflictos de interés en los últimos cinco años, si bien algunos de los autores del trabajo sí reconocen lazos con productores de productos de vapeo y cigarrillos electrónicos.
Manuel Niño, responsable del grupo de trabajo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), se muestra en desacuerdo con su uso para dejar de fumar.
"Un fármaco ha demostrado, mediante estudios, que no es dañino y que tiene que tener efectos positivos sobre la salud. ¿Qué han demostrado estos productos, que son saludables o todo lo contrario?"
Para él, los cigarrillos electrónicos sin nicotina, las bolsas de nicotina, etc. "sabemos que están haciendo daño y, por supuesto, deberían equipararse al cigarro convencional".
Por eso apuesta por ir más lejos de lo que propone este borrador. "Hay que evitar la publicidad y la promoción de estos productos, y evitar la venta en menores. Aunque no lleven nicotina, llevan sustancias tóxicas para la salud de la población".