El azúcar es, desde hace años, el malo de la película en lo que a nutrición se refiere. Todo lo que nos gustaba en nuestra infancia solía contener este ingrediente, pero ahora huimos de él por miedo a las enfermedades que han sido asociadas con él: síndrome metabólico, diabetes e, incluso, accidentes cardiovasculares. Ahora bien, no todos los azúcares que existen son igual de malos, aunque, por desgracia, muchos deciden desterrar todo lo que pueda contenerlo por miedo.
"Desde un punto de vista biológico, el azúcar, entendiendo como tal la glucosa, es el combustible primordial de las células del organismo, especialmente del cerebro y, por lo tanto, fundamental para la vida", explica Milagros Rocha Barajas, investigadora sénior en Endocrinología y Nutrición del Fisabio, en este artículo de EL ESPAÑOL. "Sin embargo, a nivel metabólico es importante distinguir entre lo que se denominan azúcares simples —dulces, zumos, bebidas azucaradas— y azúcares complejos —cereales, legumbres y tubérculos—".
La diferencia entre ellos tiene que ver con el efecto que tienen sobre nuestra salud. Los azúcares simples son aquellos que provocan un pico de glucosa muy pronunciado casi inmediatamente después de consumirlos y esto, a la larga, desemboca en importantes problemas de salud, "incluso, un aumento de incidencia y mortalidad por cáncer", sostiene Rocha. En este sentido, las frutas son importantes recipientes de azúcares y algunas de ellas pueden sorprendernos por la gran cantidad que almacenan.
La fruta con más azúcar
Aunque los dátiles y los higos se suelen considerar las frutas con más azúcar que existen, suelen ofrecerse desecados y, por tanto, la concentración de este nutriente es mayor en ellos. Sin embargo, dentro de los alimentos que consumimos más a menudo, el plátano es, sin duda, la fruta que más azúcar contiene. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), esta fruta contiene hasta 20 gramos de hidratos de carbono por cada 100 gramos. Estos hidratos de carbono tienen una característica especial y es que se transforman a lo largo del proceso de maduración de la fruta.
"Cuando la piel del plátano es de color verde, significa que la gran mayoría de estos carbohidratos son almidones resistentes", explica este artículo de EL ESPAÑOL. "Sin embargo, cuando el plátano ha dejado de ser amarillo y la mayor parte de su cáscara es marrón, significa que la mayoría de esos carbohidratos se han convertido en azúcares —fructosa, glucosa y sacarosa, concretamente—". Es decir, que los plátanos que están muy maduros tienen, prácticamente, 20 gramos de azúcar por cada 100 gramos de peso total.
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¿Significa esto que es mejor tomarlos cuando están verdes? Pues no. "Además de tener un índice glucémico menor, cuando los plátanos están verdes contienen una mayor cantidad de vitaminas y minerales. Eso sí, los plátanos verdes son más difíciles de digerir y, por esta razón, algunos nutrientes pueden perderse en el proceso. Los plátanos muy maduros, por el contrario, se digieren con facilidad y, aunque han perdido algunos de esos micronutrientes durante ese tiempo, sus componentes se absorben con más facilidad", explica el artículo.
Nada que ver
Si observamos algunos dulces es posible que nos demos cuenta de que algunos tienen menos azúcar que un plátano. Por ejemplo, si leemos el etiquetado de esta palmera, que llegó a ser considerada como el alimento del súper que más engorda por contener 2.300 kilocalorías, sólo encontraremos 14 gramos de azúcar por cada 100 gramos. Por supuesto, tiene trampa porque el 46% de la palmera son hidratos de carbono que, si no son azúcares, se descomponen rápidamente en ellos al estar hecha con harinas refinadas.
Lo mismo sucede con esta otra palmera que puede encontrarse en el supermercado y que, aunque el 49% está compuesto por hidratos de carbono refinados, sólo achacan un 19% de su composición al azúcar. ¿Existe diferencia, por tanto, entre tomar 20 gramos de azúcar de un plátano muy maduro que 14 gramos de una palmera de chocolate? Sí, porque el plátano contiene otros nutrientes que contribuyen a que el impacto de azúcar en el organismo sea menor y, además, otros componentes saludables que benefician a nuestra salud.
Concretamente, los plátanos contienen fibra, que contribuye a que el azúcar penetre en el torrente sanguíneo de una manera más sostenida y, además, reduce el colesterol. También esta fruta es rica en minerales, en concreto es muy famosa por su aporte de potasio. La palmera de chocolate, por su parte, no contiene apenas fibra y al tener un alto contenido de azúcares y de carbohidratos refinados genera los pronunciados picos de glucosa en sangre que debemos evitar.