Las especias tienen un papel principal y protagonista en la gastronomía española, pero también destacan más allá de nuestras fronteras y a lo largo de la historia.
De hecho, las especias han sido utilizadas desde siglos atrás precisamente para realzar el sabor y aroma de muchos alimentos y comidas, pero también han sido empleadas por sus diferentes beneficios para la salud.
De hecho, ya eran utilizadas por algunas de las antiguas civilizaciones más reconocidas, como es el caso de los Incas. Esta fue una de las culturas ancestrales más importantes de la historia entre los siglos XV y XVI. Un imperio que supo aprovechar al máximo todo lo que sus cultivos les aportaban y las especias en este aspecto tuvieron un papel fundamental.
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Utilizadas desde por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias o por sus antioxidantes, por prevenir diferentes enfermedades, para mejorar el ánimo, mantener una buena salud física o incluso para mejorar la fertilidad. Esto es precisamente lo que conseguían con una de sus especias más apreciadas.
Una especia que ha llegado a nuestros días y que incluso se relaciona directamente con la prevención de la diabetes. Pero que incluso así, apenas consumimos en España. Hablamos en este caso de la maca.
La especia más apreciada por los incas
La maca era incorporada a casi todas las comidas en el Imperio Inca. Una especia más conocida como el gingseng peruano y cuyo nombre científico de la planta de la que se extrae es Lepidium Meyenii.
Una planta que pertenece a la familia Brassicaceae y que está relacionada con otras hortalizas como el brócoli, la coliflor, el repollo o la col rizada, entre otras. Además, se caracteriza por tener una forma pequeña y achatada, además de por su raíz tuberculosa (la parte comestible).
En apariencia se parece al rábano y su color puede ser amarillo, morado o una combinación de ambos.
Crece en los Andes centrales de Perú y Bolivia y por encima de los 4.000 metros de altitud y a pesar de que esta especia apenas se consume en España, existen algunos estudios, como el realizado por el médico peruano Gustavo González que evidencian sus potentes beneficios.
Este experto fue premiado por la FAO en 2010 y con su estudio constató beneficios importantes de la maca para el aumento en el número de espermatozoides, la mejora de la memoria, el aprendizaje, el control de la glucosa, la osteoporosis e incluso en la resistencia física.
Composición nutricional de la maca
La maca, además de ser reconocida por su impresionante capacidad energética, es rica en nutrientes claves para nuestro bienestar. En su composición nutricional de hecho, predominan los carbohidratos capaces de brindar esa energía tan necesaria para el día a día. También se distinguen por su gran aporte de minerales como el potasio, el calcio, sodio y hierro, fundamentales para el equilibrio y vitalidad del organismo.
Entre sus valiosas vitaminas, destacan las del complejo B, esenciales para el metabolismo y la salud del sistema nervioso y también la vitamina C, conocida por su acción antioxidante y fortalecedora del sistema inmunológico.
Pero los beneficios de la maca no se quedan ahí, ya que su contenido en ácidos grasos esenciales, alcaloides y esteroles le confiere una serie de propiedades beneficiosas, incluyendo su capacidad antioxidante y su potencial para proteger el corazón.
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Cada 100 gramos de maca (de la variedad Lepidium Meyenii) aporta unas 292 calorías de energía, junto con 3,7 gramos de proteína y 0,9 gramos de grasas. Los carbohidratos, con 72 gramos por cada 100, son una fuente significativa de energía sostenida. Además, su contenido en fibra (2,58 gramos), contribuye a una digestión saludable y al mantenimiento del peso corporal.
En cuanto a minerales, la maca no decepciona ya que proporciona 300 miligramos de calcio, crucial para la salud ósea y muscular y 35 miligramos de sodio, importante para el equilibrio de líquidos y la función nerviosa.
Por otro lado, su contenido en hierro esencial para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno, se encuentra en una cantidad impresionante de 90 miligramos, mientras que el potasio, clave para la salud cardiovascular y el equilibrio de electrolitos, aporta 500 miligramos.
Beneficios del consumo de maca
Más allá de su potente composición nutricional, la maca cuenta con importantes beneficios para la salud como su capacidad para combatir los radicales libres, los cuales están vinculados a enfermedades graves como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Otro aspecto interesante es el que hemos mencionado anteriormente y que tiene que ver con la fertilidad. Y es que, como sugieren las investigaciones, la maca puede mejorar la fertilidad debido a ciertos compuestos que posee, similares en función a la testosterona.
En términos de aumento del deseo sexual, la maca también ha captado la atención de los investigadores, especialmente en el tratamiento de la disfunción eréctil. Resultados de estudios han sugerido un incremento significativo en el deseo en hombres que consumieron maca.
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Históricamente, la maca también ha sido utilizada para contrarrestar problemas como la anemia, la infertilidad y los desequilibrios hormonales en mujeres. Sin embargo, su efectividad durante la menopausia sigue siendo tema de debate, ya que los estudios previos carecen de información sobre el tipo y dosis de maca utilizada.
Su consumo también se relaciona directamente con la mejora en personas propensas a la diabetes o que directamente la padecen. Y es que, la maca andina consigue mejorar y potenciar el trabajo del metabolismo, reduciendo la insulina en el organismo.
Una especia que también se señala como energizante natural. De hecho, los estudios han demostrado que el consumo de extracto de maca durante dos semanas puede mejorar el rendimiento en resistencia y energía.
Cómo consumir la maca andina
Todos estos beneficios y propiedades de la maca andina evidencian que su uso e integración en nuestra alimentación es de gran ayuda para mejorar nuestra salud. Sin embargo ¿cómo podemos tomarla y cuál es la dosis adecuada? Los expertos aconsejan medir la dosis diaria según cada caso y consumirla entre 6 y 16 semanas como máximo de forma diaria.
Esto se debe a que, a pesar de sus beneficios, la maca andina no es tan aconsejable para personas que sufran alguna enfermedad de gravedad o estén tomando una medicación. Al igual que tampoco está indicada para embarazadas y lactantes, ni pacientes con insuficiencia renal o hepática. Por ello, es fundamental consultarlo siempre antes con un médico especialista.
En cuanto a la mejor forma de incluir esta especia en la dieta, esta es en su formato en polvo. De esta manera podrá disolverse en el agua de forma fácil, también en bebidas como batidos o leche y también en recetas y dulces.